En Barquisimeto necesitan sustituir más de mil kilómetros de tuberías de aguas negras para evitar colapso total

En Barquisimeto necesitan sustituir más de mil kilómetros de tuberías de aguas negras para evitar colapso total

 

Para el ingeniero Julio César Gutiérrez, presidente encargado del Colegio de Ingenieros y Arquitectos del estado Lara, la red de recolección de aguas servidas de Barquisimeto, ya cumplió su vida útil. Las mismas datan de las décadas de los 50, 70 y 90.

Por: Yanitza Martínez

Cerca de cinco socavaciones en el pavimento se han contabilizado en el área metropolitana de Barquisimeto durante las últimas semanas, en tramos viales importantes como la avenida Los Leones, avenida Bracamonte, avenida Florencio Jiménez y la última registrada en la avenida Venezuela, prolongación de la Capanaparo.

El ingeniero Gutiérrez señala que el problema con las socavaciones del pavimento es netamente estructural y que son 1.345 kilómetros de tubería de concreto los que debieron haberse sustituido a inicios del año 2000 por parte de la hidrológica del estado Lara, a través del Ministerio del Ambiente, que a su juicio, han fallado en cuanto a las políticas públicas en materia hídrica y de saneamiento ambiental.

La obsolescencia de la tubería de recolección de aguas servidas ha generado fracturas complejas en el pavimentado de varios tramos viales de Barquisimeto, por lo que se hace urgente la sustitución por tuberías de polietileno de alta densidad para darles una mayor vida útil.

Esa sustitución, según el profesional de la ingeniería, podría tardar unos 13 años, trabajando de manera ininterrumpida con inversión anual en los tres niveles de gobierno para lograr sustituir anualmente un promedio de 105 kilómetros.

En cuanto a la explicación técnica, el titular del Colegio de Ingenieros de Lara, detalla que según lo establecido por la norma, estas tuberías trabajan con pendientes mínimas y esas pendientes tienen que cumplirse, ya que no trabajan a presión, por lo que se debe garantizar la limpieza de las mismas.

De igual forma, señala que normalmente en esas tuberías circula agua gris y al estar constantemente pasando agua y también al tener raíces de árboles cerca, comienzan los primeros efectos que van en contra de la vida útil. Con el pasar del tiempo se va disgregando y queda en su interior cárcava que al final ocasiona la socavación de la capa asfáltica.

En la región larense se hace necesario contar con un plan rector de drenajes que permita la circulación de las aguas de lluvias, situación que también ha jugado en contra del colapso de las aducciones de aguas residuales, pasando a ser un agua tributaria, porque no va a percolar y debe ser recogida a través de drenajes con rejillas captadoras.

Agrega el ingeniero que las alcaldías son las garantes de limpiar y mantener en buen estado los drenajes y las captaciones de las aguas de lluvia, pero no ha habido una inversión efectiva. En ese sentido, cuando cae una lluvia, se desbordan las avenidas, el agua no haya por dónde salir y en las comunidades no les queda más que quitar las tapas y por allí entran residuos, objetos, arena y piedra que van a dar a las tuberías de aguas negras, que no están diseñadas para trabajar a altas presiones. Es por ello que se genera el colapso, derivado de las cárcavas que lleva a la socavación.

Sentencia Gutiérrez que de no hacerse esa inversión, los barquisimetanos estarían a merced de un colapso total por falta de inversión el sistema de drenajes, por lo que este problema se seguirá generando mientras solo exista un mantenimiento correctivo por parte del gobierno chavista en la región larense.

 

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