Para aquellos amantes del destino y las causalidades, hay una historia que seguramente les llamará la atención y que tiene como protagonistas a dos hermanas ucranianas, quienes estaban separadas desde hace dos décadas, pero lograron reunirse nuevamente, y que insólitamente se produjo en plena guerra entre Rusia y Ucrania.
Por Crónica
“El momento fue a la vez feliz y triste”, dijo Angelika Batiai, de 24 años, al medio británico The Guardian. “Aquí estaba viendo a mi hermana nuevamente después de 20 años, pero, por otro lado, acababa de dejar a mi familia y amigos en un país en guerra”.
Cabe destacar, que las medias hermanas habían pasado los primeros años de sus vidas juntas en la aldea de Nikolaev, en el sur de Ucrania, apoyándose la una en la otra mientras crecían con solo una madre ausente para cuidarlas.
Los problemas familiares los separaron poco después; Angelika, de cinco años, fue enviada a vivir con una tía y Tatyana, de seis, con una abuela antes de terminar bajo el cuidado del Estado.
Suplicaron que los mantuvieran juntos, recordó Tatyana Kluge García, de 25 años. “Pero económicamente era imposible, la tía de Angelika no podía permitirse el lujo de acogernos a los dos”.
A la edad de ocho años, Tatyana fue adoptada por una familia en la ciudad española de Girona, cerca de Barcelona, cambiando su arduo comienzo por una nueva familia, país y lista de idiomas.
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