José Magallanes, presidente de la Fundación para la Contraloría Social de los Servicios Funerarios en el estado Anzoátegui, pidió a las autoridades que se aboquen a reactivar la capilla ubicada en las adyacencias del Cementerio Municipal de Barcelona, la cual lleva más de tres años paralizada.
Por Javier A. Guaipo
A su juicio, este lugar podría ser de gran ayuda para las personas de bajos recursos, a quienes se les hace imposible costear los gastos fúnebres cuando pierden algún familiar.
“Un servicio privado está entre 400 y 600 dólares. Si habilitan nuevamente este espacio, la persona no gastaría más de 60 dólares. Es una diferencia significativa para mucha gente en medio de esta crisis económica”, aseguró.
Magallanes recordó que la capilla fue construida cuando el actual gobernador de la entidad, Luis Marcano, ejercía como alcalde de Barcelona. “Lo más triste de todo es que se cuenta con unas instalaciones que no tienen nada que envidiarle a las de una empresa privada, pero las han abandonado y hasta el momento parece que no hay mayores intenciones de revertir esa realidad”.
El vocero afirmó que desde su construcción, el espacio ubicado a un costado del Cementerio Municipal, solo ha recibido cinco actos velatorios y fueron en medio de la etapa más crítica del Covid-19.
Asimismo, reiteró el llamado a la alcaldesa chavista del municipio Simón Bolívar, Sugey Herrera, y al mandatario regional, Luis José Marcano, para que sumen esfuerzos en levantar nuevamente el lugar, pues está seguro que será un alivio para mucha gente.
“Los principales beneficiados deben ser los adultos mayores. Este sector de la población se ve bastante afectado, porque los seguros funerarios se niegan a incluirlos a partir de los 70 años. Es el momento de que hagan una obra social de gran valor”.
