El presidente de la Confederación Venezolana de Industriales Conindustria, Luigi Pisella, de visita en la isla de Margarita, confirmó que aunque en 2021 el sector industrial tuvo un ligero crecimiento tanto en ventas como en unidades comparado con el 2020, aspiran también crecer en el 2022.
Por Dexcy Guédez / lapatilla.com
Sin embargo, no pone en duda el crecimiento evidentemente por las razones que vive el país con la caída de los ingresos petroleros y la dolarización transaccional que existe actualmente.
“Pero nosotros queremos crecer este año de forma sostenida en el tiempo para lograr un crecimiento del Producto Interno Bruto aproximado al 10% que sería un milagro mundial, de llegarse a lograr. Pero tardaríamos 20 años en llegar a lo que éramos antes”, enfatizó Pisella.
Al respecto, el presidente de Conindustria consideró que las políticas públicas deberían estar orientadas a favorecer la producción nacional, lo que implica además, la generación de empleos y la recuperación del poder adquisitivo del venezolano entre otros aspectos.
Pisella resaltó que uno de los factores sobre los cuales desde hace tiempo están pidiendo que se preste atención en primer lugar a la protección que existe a los productos importados, lo cual se traduce en que no pagan IVA ni aranceles y eso va en perjuicio de la producción nacional y la generación de empleos.
“Nosotros no estamos en contra de las importaciones. Lo que queremos es simple y llanamente competir en igualdad de condiciones ya que mientras los productos importados terminados entran al país sin pagar, los industriales venezolanos tenemos que pagar aranceles por la materia prima y eso es un trato injusto”, advirtió el presidente de Conindustria.
Consideran necesario controlar las importaciones para que pueda haber una mayor demanda de los productos nacionales.
Adicionalmente, los industriales plantean la revisión de la política monetaria ya que actualmente existe una sobrevaluación de la moneda y un anclaje del tipo de cambio con inflación, lo que se traduce en que los productos nacionales suban de precios mientras los importados mantienen sus costos y son más económicos.