Expertos cuestionan la política de “cero Covid” y avisan de impacto económico

Expertos cuestionan la política de “cero Covid” y avisan de impacto económico

EFE/EPA/MARK R. CRISTINO

 

Expertos chinos cuestionaron recientemente la política de “cero covid” del país alertando del impacto que las restricciones impuestas van a tener en la economía, recoge hoy el diario hongkonés South China Motning Post.

A diferencia de la mayor parte del mundo, China mantiene una estricta política de tolerancia cero contra la covid con el argumento de proteger a la población mayor, que en un alto porcentaje no está vacunada, o evitar un colapso sanitario.





Sin embargo, la dureza de las medidas para atajar los últimos rebrotes -especialmente en la metrópoli de Shanghái- ha provocado una inédita reacción crítica en la población, que ha difundido innumerables quejas y vídeos de denuncia a través de las redes.

Además, la oleada de ómicron también está golpeando a la segunda economía del mundo, lo que ha levantado dudas sobre si el país podrá lograr el objetivo de crecimiento de “alrededor del 5,5 %” fijado para este año.

“Una economía estable también protege vidas. Una caída del 1 % en el consumo per cápita del país acortaría la esperanza de vida. Hay que centrarse más en proteger la cadena industrial, aunque haya restricciones”, comentó el pasado fin de semana el académico David Li Daokui, en un foro de la Universidad Tsinghua de Pekín, citado hoy por South China Morning Post.

Otro experto, James Liang Jianzhang, cofundador de la compañía de viajes Ctrip.com, especifica que las restricciones puestas en marcha podrían reducir hasta cuatro días al mes la esperanza de vida en el país, agrega el diario.

“Se puede decir que tan solo con unos pocos meses de confinamiento se consumen los 10 días adicionales de esperanza de vida que se habían conseguido en los últimos dos años”, afirmó.

Según Liang, si China consigue aumentar la tasa de vacunación al 95 % con dos dosis y al 60 % con tres, el número de fallecimientos por covid tras relajar las restricciones sería de unas 150.000 personas, muy por debajo de la cifra de 1,5 millones a la que apuntan algunos estudios domésticos.

El rotativo también cita hoy declaraciones del profesor Huang Shoan, de la Universidad de Shandong, quien incide en que el aumento del desempleo y la disminución de los ingresos derivados de las restricciones hacen cada vez más difícil justificar el discurso gubernamental de que se está poniendo “a las personas primero”.

“(Las restricciones) amenazan la estabilidad social”, dijo Huang, quien pidió un enfoque “científico” con tratamientos preventivos “más efectivos”.

Por otra parte, Zhou Junzhi, macroanalista jefe de Minsheng Securities, asegura las continuas rondas de pruebas PCR que se realizan ahora en muchas ciudades tienen un coste de unos 700.000 millones de yuanes (104.000 millones de dólares) que irán a parar al gasto fiscal.

Hasta el pasado sábado, 28 ciudades chinas y tres provincias, que en conjunto representan el 41 % del PIB de China y el 29 % de su población, habían sometido a los residentes a pruebas de PCR cada tres días, según otro experto citado por el rotativo.

Al margen de las pruebas masivas y los confinamientos, el país mantiene sus fronteras prácticamente cerradas al exterior, aunque comienza a dar algunos pasos al respecto: según el diario Global Times, se han ajustado algunos requerimientos para los viajeros internacionales que quieran ingresar en China, como algunos de los test y las analíticas que eran antes necesarias antes de embarcar.

Desde marzo de 2020, China se halla cerrada al turismo y sólo viajeros nacionales y algunos extranjeros con permiso de residencia en vigor pueden acceder. A su llegada, a todos los espera una cuarentena -cuya duración depende de la ciudad en la que se aterrice- en un hotel costeado por ellos mismos y designado por las autoridades.

El debate sobre la estrategia está cada vez más censurado en las redes sociales del país, especialmente desde que el pasado 6 de mayo el presidente chino, Xi Jinping, exhortase a “luchar contra cualquier intento de distorsionar, cuestionar o retar” la política de “cero covid”.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus, afirmó la semana pasada que las restricciones puestas en marcha no son sostenibles y recomendó un cambio de estrategia.

Los portavoces del Gobierno chino calificaron sus declaraciones de “irresponsables” alegando que las medidas tomadas han logrado salvar millones de vidas. EFE