Situación del país, migración, inestabilidad escolar y hasta la pandemia son algunos de los factores que han afectado la asistencia escolar en escuelas y liceos del país. En Lara, según profesores, los estudiantes salen en búsqueda del pan de cada día, mientras que otros no pueden costear sus estudios.
Por María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA
En Lara suman unos 365.310 estudiantes entre la educación primaria y secundaria, de acuerdo con información oficial, y a pesar de que aún no ha culminado el año escolar 2021-2022, miembros del Colegio de Profesores de la entidad y el Colegio de Licenciados en Educación, proyectan que entre un 30 y 40% se ubica el ausentismo y abandono escolar.
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores en Lara, explicó que las razones siguen siendo las mismas. “Por la situación económica del país muchos estudiantes deben salir a trabajar para poder ayudar en sus casas”; agregó que a eso se le suma las pésimas condiciones que presentan las instituciones educativas y que ni siquiera le ofrecen un buen plato de comida en el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
En Lara suman 2055 instituciones educativas, entre públicas, privadas y subvencionadas y se puede notar cómo en algunas fusionaron las secciones e incluso muchos eliminaron el turno de la tarde ante la baja asistencia escolar. De acuerdo con los registros de LA PRENSA, luego de que el Gobierno nacional anunció las clases presenciales durante este año escolar en curso, la participación y asistencia de los muchachos fue muy baja y se ubicaba en un 20%, cuya cifra fue aumentando progresivamente.
Según la Encuesta Nacional de Establecimientos Educativos (Eneed 2021), datos recolectados por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), junto con las organizaciones Anova Policy Research y Devtech Systems, aseguran que entre los años 2018 y 2021 un promedio de 1.21 millones de estudiantes han abandonado las aulas en el país; en su estudio aseguran que la causa principal es la falta de comida en el hogar en un 45%, cuya realidad se asemeja a la de Lara, pues esa también es una de las principales razones. También se refleja que 24,3% de los jóvenes deben salir a trabajar por obligación.
En la Eneed, también muestran que un 30% de estudiantes se retiran de la educación porque no pueden costear los útiles escolares; mientras que un 34,5% lo hace por fallas de los servicios básicos. También el 16,8% de la población estudiantil del país considera que deja las clases porque no ve los estudios como una prioridad.
En los datos que fueron recolectados por Eneed, demuestran que la disminución de la matrícula escolar para el año 2018 se ubicaba en 7.71 millones, mientras que en el 2021 fue de 6.50 millones, significando una reducción de 15,7%.
Para el presidente del Colegio de Profesores del estado Lara, estas cifras son alarmantes, pero además preocupantes, tomando en cuenta que el Estado venezolano no se está tomando la tarea de ocuparse de lo que está pasando en torno a la educación. “Por eso hago un llamado a que todos se unan, aquí también se deben incluir los factores sociales y hasta la misma iglesia para que trabajemos en eso”, pues los estudiantes no pueden seguir abandonando las clases.
Laura Igarra, presidenta del Colegio de Licenciados en Educación, dijo que el ausentismo escolar también está impulsado a que muchas familias no tienen los medios económicos. “Y a pesar de que aún no se tiene la cantidad oficial, se estima que sea en un 30% de estudiantes que han dejado de asistir a las clases”.
Esa realidad se puede ver en las calles de Barquisimeto, en donde un niño de edad escolar está en una avenida, una calle o un semáforo trabajando, algunos limpian vidrios, otros venden chucherías, pero también hay algunos que salen con sus padres hasta el centro de la ciudad, plazas y mercados para trabajar.
Hay casos extremos en donde los niños y adolescentes salen a pedir alguna colaboración a las calles, pues no tienen un medio para ingreso y necesitan llevar algo de sustento a su hogar.
Crianza influye
Dulce Meléndez, miembro de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación Venezolana (Fenatev), explicó que en la parte de la adolescencia también se suma otro factor. “Están en una etapa de rebeldía, muchos creen que no es necesario estudiar y abandonan”.
La profesora explicó que eso también se debe a la crianza y a los valores que inculca la familia. “Porque ahí es donde se hace valer los valores del hogar, muchos toman otro camino, como las drogas o cualquier otra cosa en lugar de los estudios”, esto sin importar si vive en una zona vulnerable o no, sino más bien refleja lo que ve en el hogar.
Clases en pandemia
Con la llegada de la pandemia y la puesta en marcha de las clases online, muchos de los estudiantes también abandonaron las clases, hasta el punto que al cierre del año escolar 2020-2021, la cifra se deserción escolar en el país se ubicó en un 23,7%, según la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE); fue tanto que lo denominaron como una catástrofe educativa.
Raquel Figueroa, profesora y coordinadora general de la UDSE, dijo que la falta de herramientas tecnológicas como computadoras, celulares e internet generaron una desigualdad social, afectando a 23,7% de estudiantes. “No hubo una atención a los estudiantes ni a los docentes para poder sacar adelante el año escolar”, aseveró.
Con la llegada del año escolar 2021-2022 y el llamado a las clases presenciales continuaron las fallas, en este caso seguían usando los métodos de educación a distancia, pero en las escuelas y liceos el deterioro es notable. De acuerdo con estimaciones del Colegio de Profesores, en un 85% de las instituciones educativas hay fallas de infraestructura y sin dotación.
Protestan
Desde el año 2018, el sector educativo empezó a protestar sobre las condiciones no solamente de los estudiantes, sino también de los profesores, situación que agrava la educación en general.
Con el pasar de los años, el gremio de educación se ha mantenido en la calle denunciando las irregularidades del sector y hasta el momento continúan igual; sin embargo, la pandemia llegó para agravar y profundizar la situación que ya tenían. Hoy todavía piden a gritos mejores condiciones.
Durante la pandemia surgió la desescolarización
Acceso a la educación, uso de la tecnología, presencia en redes sociales, situación socioeconómica y la disposición a emigrar son algunos de los datos que presentó la Encuesta Nacional de la Juventud (Enjuve) para 2021, donde señalaron que la desescolarización surgió durante la pandemia y la crisis de movilidad.
El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) realizó la investigación y revelaron que 21.000 jóvenes entre 15 y 19 años abandonarán la escolaridad.
Allí se refleja que 313.000 jóvenes de ese mismo rango desertaron hace más de tres años. Desde 2015 hasta el momento, se recolectaron los datos de 880.000 personas entre 20 y 24 años de edad que no continuaron con su formación académica.
La población entre 15 y 29 años de edad corresponde a generaciones, cuya trayectoria educativa comenzó después de 1998. Se detectó que 42% completó la educación media, un 29% no culminó los estudios de bachillerato y 19% alcanzó un nivel técnico y/o universitario.
Este resultado muestra que hubo una caída considerable con respecto al acceso a la educación universitaria que se observó en la Enjuve 2013. Para ese año, 30% de los jóvenes habían logrado obtener títulos de educación superior.
Asimismo, indagaron sobre el tipo de estudios que le interesa a la población para garantizar su futuro. Se posicionó en 45% estudiar una carrera universitaria, seguido de 23% trabajar para aprender con la práctica, 21% optó por los cursos cortos y 5% eligió estudiar una carrera técnica, mientras que 6% prefiere aprender un oficio.
La Enjuve reportó que hay una doble exclusión en cuanto al acceso de empleos y educación para los jóvenes, pues 37% no estudia ni trabaja.
Docentes abandonan las aulas
De acuerdo con cifras de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), 40% de los 370.000 maestros activos han abandonado las escuelas desde 2017. Algunos de ellos se cuentan entre los casi seis millones de venezolanos que han emigrado en busca de mejores condiciones de vida.
Otros han optado por dedicarse a otras labores que les permita aumentar sus ingresos, incluyendo la enseñanza independiente de niños.
Los problemas de la infraestructura educativa y fallas de servicios de luz y agua son otros factores que desmotivan, además del bajo salario que devengan los profesores.
Pese a que la desmotivación crece, la vocación de servicio impulsa a la mayoría de los maestros a volver a sus aulas. Sin embargo, profesores hacen un llamado para que mejoren sus condiciones.