Investigadoras piden más transparencia para frenar desinformación científica

Investigadoras piden más transparencia para frenar desinformación científica

 

Investigadoras expertas en comunicación científica defendieron hoy en Madrid la necesidad de combatir la desinformación en este terreno con una mayor transparencia del mundo científico y más implicación de la sociedad en el intercambio de informaciones sobre ciencia.





La directora de investigación sobre ciencia y sociedad en el estadounidense Pew Research Center, Cary Funk, y la catedrática de Física Biológica de la Universidad de Oxford, Sonia Contera, expusieron su visión sobre cómo puede mejorar la confianza ciudadana en la ciencia durante una mesa redonda organizada por el European Science-Media Hub y la oficina en España del Parlamento Europeo.

Funk señaló que, aunque la confianza social en la comunidad científica haya sufrido altibajos desde el inicio de la pandemia de covid-19 y pueda haber retrocedido, permanece pese a todo en niveles superiores a la que el público otorga a los medios de comunicación y otras instituciones.

IMPLICAR MÁS A LOS CIUDADANOS EN LA INFORMACIÓN CIENTÍFICA

En todo caso, para desarrollar la confianza en la ciencia hace falta implicar más a los ciudadanos en el intercambio de información científica y tener en cuenta que sus fuentes no son solo los expertos, sino también los periodistas, los familiares, la gente más próxima…

Tras destacar que la pandemia centró la atención del público mundial en la ciencia como no había ocurrido desde hacía décadas, la investigadora del Pew Research Center subrayó que, al cabo de un año, había retrocedido la inicial confianza de los estadounidenses en los científicos, así como el nivel de apoyo de los europeos a sus respectivos gobiernos, con la excepción del Reino Unido.

A todo ello contribuyó la propia evolución de la mortalidad por covid y los cambios en los mensajes sobre prevención en función de nuevas informaciones científicas que modificaban lo que se conocía sobre la transmisión del coronavirus y las formas de combatir sus efectos.

Por tanto, Funk instó a salir al paso del escepticismo con explicaciones claras que permitan al público comprender por qué la incertidumbre forma parte de la ciencia.

LA DESIGUALDAD EN LA CIENCIA ALIMENTA LA DESINFORMACIÓN

También apostó por estrategias de transparencia Sonia Contera, quien animó a modificar la carrera científica para asegurar la utilidad social de estos profesionales y garantizar su participación en el proceso democrático, puesto que la ciencia y la tecnología afectan a la vida de las personas y la cambian radicalmente.

La ciencia ha estado separada del debate público mucho tiempo, salvo excepciones como los científicos dedicados al clima, apuntó, y ha consolidado como forma de supervivencia un sistema elitista y dogmático, que la población percibe como parte del poder establecido.

Aunque la mayoría de científicos desea contribuir al progreso positivo, en muchos casos la ciencia crea desigualdad porque sus beneficios no se distribuyen de forma igualitaria, argumenta Contera, y ello contribuye a alimentar la desinformación, como ocurre con el auge del creacionismo entre sectores vulnerables de EEUU que fueron oprimidos por el darwinismo social.

La única forma de romper esta dinámica, advirtió, es que los medios exijan a los científicos una total transparencia sobre sus objetivos y financiación, que la prensa sea igualmente transparente y que ambos colectivos participen en un diálogo social que excluya a quienes promueven informaciones falsas por motivos antidemocráticos.