En España aseguran que la relación entre Pedro Sánchez y Alberto Feijóo está estancada: “Un mes sin hablar”

En España aseguran que la relación entre Pedro Sánchez y Alberto Feijóo está estancada: “Un mes sin hablar”

Sánchez y Feijóo, en su primer y último encuentro, el pasado 7 de abril. Alberto Ortega | EP

 

 

 





Poco ha durado el intento de entendimiento entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Los dos principales puentes tendidos, el económico y la negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), están ahora “casi rotos” y reina un “clima enrarecido”, así lo reseñó 20 MINUTOS.

El horizonte tampoco es del todo alentador, pues las elecciones que celebrará Andalucía el próximo 19 de junio no ayudan a que los grandes partidos, pese a que así se lo reclama la ciudadanía, lleguen a acuerdos de Estado en las próximas semanas, repletas de votaciones clave para el Gobierno, cuya relación con sus socios parlamentarios no pasa por su mejor momento.

Aun así, ni la debilidad parlamentaria ni los retos de país -con, por ejemplo, una inflación disparada- han provocado que desde un lado o del otro no hagan más que culparse mutuamente.

El principal resumen que hacen desde las filas socialistas es que “este PP no se diferencia tanto del de Pablo Casado“, con quien Sánchez apenas mantuvo relación durante los tres años que lideró a los populares.

Desde el PP, en cambio, justifican la ruptura de las comunicaciones con dos hechos que han relacionado al Ejecutivo con Bildu: el voto favorable de los abertzales para sacar adelante el plan de choque del Gobierno contra las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y la entrada de estos en la Comisión de Gastos Reservados tras explotar el caso Pegasus.

Así las cosas, un WhatsApp el 25 de abril fue el último contacto entre Sánchez y Feijóo. Se trataba de un mensaje del líder del PP al presidente del Gobierno en el que el primero le comunicaba que Esteban González Pons y Juan Bravo serían los interlocutores con el Gobierno.

Pons capitanearía la mesa de negociación con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para la renovación del CGPJ. Bravo, los asuntos económicos con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Pons y Bolaños, sin embargo, llevan un mes parados. Fuentes conocedoras de las comunicaciones también fechan sobre el 26 de abril el último contacto entre ambos. Entonces, tras presentar el decreto de fiscalización de la Casa Real, Bolaños afirmó que habían hablado. Pero ahí se quedaron los contactos estrechos que se anunciaron.

En Génova consideran que la renovación del CGPJ, un proceso en el que los 89 diputados del PP son clave, es lo único que empuja a Sánchez a intentar pactar.

Desde el PSOE son más duros debido a la interinidad en la que está inmerso el órgano de gobierno de los jueces, que debería renovarse cada cinco años según el mandato constitucional pero que ya lleva más de tres cursos con sus 21 miembros en funciones, lo que hace latente la amenaza del colapso de la Justicia.

“Con el CGPJ nos han puesto 1.000 excusas, esta puede ser la 1.001”, exponen fuentes socialistas.

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