Primero fueron los misiles portátiles anticarro Javelin y antiaéreos Stinger, después los obuses M777 y ahora está sobre la mesa el envío a Ucrania de lanzacohetes de largo alcance MLRS y su versión más ligera, el HIMARS, que pueden golpear objetivos con gran precisión y poseen un poder más destructivo que la artillería tradicional. Esta es la cadena de movimientos que ha seguido Estados Unidos con respecto a su política de rearme del gobierno ucraniano para detener la invasión rusa en el este del país, en la región de Donbás, donde se llevan a cabo los más encarnizados combates desde que se inició la guerra el 24 de febrero.
Por La Razón
La administración de Joe Biden está debatiendo estos días si suministra a Kiev armas más pesadas y letales. En Estados Unidos se teme que el envío de este tipo de armamento pueda irritar en extremo a Moscú y elevar aún más el tono bélico de las relaciones entre ambas potencias. Biden quiere armar más y mejor a Ucrania, pero no sabe hasta qué punto esa escalada será interpretada como una declaración de guerra a Vladimir Putin. Las características técnicas de este sistema de lanzacohetes MLRS de largo alcance da una idea de por qué su envío a Ucrania puede ayudar a cambiar el curso de la guerra en detrimento de Rusia.
El M270 MLRS (Multiple Launch Rocket System o Sistema de cohetes de lanzamiento múltiple) es un lanzador de cohetes guiados de 400 mm con 6 tubos montados sobre chasis de camión. En la parte trasera tiene dos cápsulas intercambiables de cohetes. Cada cápsula cuenta con seis cohetes de combustible sólido no guiados o guiados (en 2021, el fabricante Lockheed anunció que había disparado con éxito una versión de alcance extendido del GMLRS a 80 km) o un solo misil ATACMS, que podría tener un alcance de hasta 500 kilómetros. Los doce cohetes o dos misiles ATACMS se pueden disparar en menos de un minuto.
Estos misiles tácticos de largo alcance son capaces de golpear objetivos tanto en el mar como en tierra. En poder de Kiev, podrían servir para atacar cuarteles generales, depósitos de combustible, defensas aéreas y artillería rusas. Este dato es precisamente el que más preocupa en la administración estadounidense, ya que se piensa que Ucrania podría utilizar estas armas para atacar objetivos dentro del territorio ruso, lo que sin duda tendría un efecto de escalada muy inquietante.
Una nueva actualización de este sistema permitiría al misil alcanzar un objetivo en movimiento. El MLRS es un sistema aerotransportable en aviones C-17 y C-5 y se caracteriza porque puede cambiar de posición rápidamente tras efectuar los disparos, para evitar ser blanco del enemigo.
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