Rusia sigue ganando terreno en el Donbás, en el este de Ucrania, a costa de grandes pérdidas humanas y de la destrucción de su artillería. Los misiles antiblindados Javelin de Ucrania, enviados por Reino Unido y Estados Unidos, están haciendo estragos entre los blindados rusos. Antes del inicio de la invasión el 24 de febrero, el régimen de Putin disponía de unos 2.800 tanques en activo. Pero poco a poco el inventario se está reduciendo por la efectividad de los ataques enemigos, asistidos en todo momento por los datos de inteligencia de Estados Unidos y otros países de la OTAN. Uno de los objetivos más recurrentes está siendo el T-72, el caballo de batalla de las fuerzas soviéticas y posteriormente rusas, debido no solo al acierto de los generales ucranianos sino también a un error fatal en el diseño, algo parecido a lo que estaría sucediendo con drones de reconocimiento rusos Orlan-10.
Por: La Razón
Kiev asegura que Moscú ha perdido en los tres meses de guerra 1.349 carros blindados. El inusitado ritmo de destrucción es tal que el Kremlin ha movilizado viejos tanques soviéticos que permanecían aparcados en los hangares desde hace años. Una de esas piezas desempolvadas en los últimos días es el T-62, un carro obsoleto que pesa 41 toneladas y que tiene un cañón de 115 milímetros y blindaje de acero. Fabricado en la URSS entre 1961 hasta 1975, fue el tanque soviético más importante hasta que entró en servicio el T-72 en el año 1969. En el año 2010, el renacido T-62 fue retirado de los arsenales del Ejército ruso ante el auge de modelos mucho más modernos como el T-90.
Pero la guerra de Ucrania ha dado un vuelco sobre las perspectivas iniciales del Kremlin. Las sanciones internacionales impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos están afectando sobre todo a la importación de piezas de alta tecnología para la industria armamentística hasta el punto de que el único fabricante de tanques de Rusia, Uralvagonzavod -uno de los mayores productores del mundo, con 30.000 empleados- detuvo su producción en marzo por problemas de suministro.
#Russia's only tank manufacturer, Uralvagonzavod, has stopped its production. The main reason for this is a lack of component parts. pic.twitter.com/hss7YrQaSU
— NEXTA (@nexta_tv) March 22, 2022
En este sentido, las miradas están puestas sobre China, a donde Moscú recurrió al inicio del conflicto para comprar piezas de fabricación y más armamento. Pekín es un aliado cada vez más cercano del régimen ruso, pero no quiere de momento inmiscuirse directamente en la contienda con la venta de armas para evitar verse afectado por las sanciones internacionales.
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