Han sido seis semanas intensas y frenéticas. Un mes y medio de juicio mediático donde Johnny Depp (58) y Amber Heard (36) se han visto de nuevo las caras para dirimir quién de los dos ha difamado y perjudicado la imagen personal y profesional del otro.
Por La Vanguardia
Jurídicamente, no es otra cosa que una batalla civil que ha derivado en un carnaval de dimensión pública gracias a la retransmisión en directo de televisiones y plataformas de streaming por donde se han ido aireando todos los detalles de una relación oscura que terminó con divorcio el 2016 después de 15 meses de casados.
A partir de ahí, un agujero negro profundo, infinito, que se prolonga hasta el día de hoy después de que Depp decidiera demandar a su exmujer por un artículo que Heard escribió en 2018 en The Washington Post y en el que, sin nombrarlo, y en pleno auge del movimiento MeToo, aseguraba que había sido víctima de violencia doméstica. Él le pide 50 millones de dólares por los prejuicios ocasionados por ese escrito a su trabajo y a su honor . Heard presentó una respuesta a la demanda pidiendo 100 millones de dólares ya que considera que la afectada ha sido ella.
Después de seis semanas de juicio en el juzgado de FairFaix (Virginia, Estados Unidos) los siete miembros del jurado popular (cinco hombres y dos mujeres) se reunieron el pasado viernes, pero no llegaron a un veredicto unánime. Se espera que en las próximas horas, como mucho días, haya fumata blanca.
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