Una llamada telefónica interceptada indicó que soldados rusos estuvieron a punto de matar a un alto general que les ordenó ir al frente, informó la inteligencia ucraniana. El martes, los Servicios de Seguridad de Ucrania publicaron un audio que describía la situación.
Por ABC
La llamada, que se dice fue hecha por un soldado que contactó con su esposa, describía una unidad en Donetsk que se enfrentó con el general Valeriy Solodchuk, comandante del 36º Ejército, después de que él les ordenara luchar. Casi todas las 215 tropas de 600 que quedaban en el batallón se negaron a seguir las instrucciones de Solodchuk, se escucha decir al soldado, a pesar de que sus contratos con el ejército ruso les obligaban a seguir las órdenes.
«Casi toda nuestra batería se negó», dijo el hombre en la grabación. Agregó que Solodchuk comenzó a agitar su arma y disparar, y gritó: «¡Les dispararé si no van!». «Entonces, un joven le contestó: ‘¡Adelante!’ Sacó una granada, quitó la anilla y dijo: ‘¡Vamos, dispárame! Volamos juntos’. Eso es todo. Los muchachos de las fuerzas especiales también comenzaron a apuntarnos con sus armas. Entonces, les apuntamos con nuestras armas». «En fin, casi nos disparamos. Se montó en su bobik y se fue», dijo el hombre en el audio, refiriéndose a una especie de jeep ruso.
Rusia ha tenido más éxito en las últimas semanas después de reducir sus objetivos de guerra, que inicialmente vieron a sus militares fracasar en la toma de Kiev. Ahora, las fuerzas rusas se están enfocando en tomar la región de Donbass en el este de Ucrania, donde Rusia ha ganado territorio.
Pero el conflicto ha sido extremadamente costoso para Rusia, y el número de tropas y suministros están disminuyendo. «Nuestra brigada no puede capturar nada porque no queda nada», dijo la voz en el audio de sus compañeros de tropa. Otros informes han detallado un número creciente de soldados y mercenarios rusos que se niegan a luchar en Ucrania. La semana pasada, ‘The Guardian’ informó que 115 miembros de la guardia nacional de Rusia fueron despedidos por negarse a luchar.