Una tiktoker quedó sorprendida después de que su pedido de ropa en línea por medio de la plataforma Shein viniera con una perturbadora sorpresa.
Por Infobae
En una etiqueta de una de las prendas estaba escrito un mensaje de ayuda, puesto ahí aparentemente por alguien que trabajó en la confección de la prenda.
Laritza Arcos grabó un Tiktok contando estos hechos y mostrando el mensaje grabado en la etiqueta de la reconocida marca. Su caso se viralizó y causó un múltiple ir y venir de opiniones.
Según Arcos, la etiqueta decía “Need your help”, que en español traduce “Necesito tu ayuda”, y contó que este no sería el primer caso, sino que conoce de otros mensajes similares que han llegado en ropa pedida a Shein. En su caso, llegó en un pedido de trajes de baño para ella y su novio.
La publicación alarmó a la mayoría de los usuarios que la vieron, muchos señalando a la empresa de estar cometiendo actos de explotación laboral, sobre los cuales ha recibido denuncias en el pasado, en especial en sus fábricas de Asia.
“Notamos que este video contiene información errónea sobre Shein y queremos abordar las afirmaciones. Por favor envíenos un mensaje directo”, dijo al respecto la empresa en un comunicado.
Organizaciones como Public Eye han denunciado casos de explotación laboral en los que ha incurrido Shein, obligando a sus empleados a laborar 75 horas a la semana cuando las leyes internacionales sobre trabajo digno hablan de 8 horas diarias y 40 semanales.
Además de estos cuestionamientos, Shein también ha recibido críticas sobre sus estándares de calidad y sostenibilidad, así como por la procedencia de sus materias primas. Sin embargo, la marca sigue consolidándose en el mundo pues ofrece productos de diseños atractivos a bajos costos.
El gigante chino es actualmente uno de los principales competidores del grupo español Inditex dentro del creciente mercado del “fast fashion”, hasta el punto de amenazar por quitarles el liderato que por años han mantenido.
El modelo de negocio de Shein combina el enfoque impulsado por Zara con un desarrollo de algoritmos similares a los de Alibaba, una apuesta exitosa que los ha llevado a ser la tercera empresa emergente mejor valorada del planeta, después de ByteDance (empresa madre de TikTok) y de Space X, de Elon Musk.
Shein se creó en Nanjing en 2008 con el nombre de SheInside, y al principio se especializaba en vestidos de novia. Su director es Cris Xu, un experto en optimización de motores de búsqueda (SEO), un recurso explotado por la empresa sobre todo desde que la pandemia del covid-19 hizo de la compra virtual la principal herramienta del comercio internacional.
El algoritmo de Shein es capaz de predecir tendencias en tiempo real de decenas de mercados y ofrecer productos casi personalizados a sus clientes.