El Gobierno de Joe Biden transfirió 1,5 millones de dólares al distrito escolar de Uvalde (Texas, EE.UU.), dos semanas después de que un joven de 18 años armado con un fusil semiautomático matara a 19 niños y dos profesoras en la Escuela Primaria Robb del municipio.
“Los fondos (…) podrán ser utilizados en actividades que restablezcan una sensación de seguridad a los estudiantes, profesores, empleados y familias, y que respondan a necesidades específicas de aquellos afectados por el tiroteo”, explicó este lunes el Departamento de Educación en un comunicado.
La oficina detalló que el dinero proviene del proyecto Respuesta de Emergencia Escolar a la Violencia (SERV, en inglés), y que si bien los fondos deben utilizarse durante un período de 12 meses, el Departamento de Educación está preparado para ofrecer asistencia a más largo plazo, si se requiere.
El Departamento de Educación defiende que el anuncio responde a la “respuesta de todo el Gobierno” estadounidense a la masacre de Uvalde, que ha servido para reabrir, una vez más, el debate en torno al control de las armas de fuego en el país.
Precisamente ayer, un grupo de senadores de ambos partidos alcanzó un acuerdo de mínimos que incluye una revisión del proceso de compra de armas para los menores de 21 años.
El paquete de medidas también extiende a todo el país las llamadas leyes de “alerta de peligro” (“Red Flag”), ya vigentes en estados como California, Nueva York y Florida, y que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos. EFE