Desde 2018 ya se vinculaba al capitán iraní del avión retenido con el traslado de armas

Desde 2018 ya se vinculaba al capitán iraní del avión retenido con el traslado de armas

El caso del avión retenido en Ezeiza deja entrever nuevas pistas en forma permanente. Entre las distintas informaciones que aparecieron, se reveló que el capitán Golamerza Kazhami ya se encontraba vinculado al traslado de armamento en 2018.

Por tn.com.ar





Según consignó el sitio Intelli Times en una publicación que data de octubre de 2018, Golamerza Kazhami se desempeñaba como presidente de la junta directiva de Kashem Air Fares.

Esta firma operaba el avión de carga 747 y era utilizado por fuentes de inteligencia para llevar a cabo la Guardia Revolucionaria en el misil Teherán-Beirut/Beirut para mejorar la precisión de esas armas en manos de Hezbolá.

Por otra parte, según revelaron altas fuentes del gobierno de Paraguay a TN, ese país alertó al Gobierno argentino sobre el avión Boeing 747-300M -matrícula YV3531- de la empresa Emtrasur que está retenido desde el 8 de junio en Ezeiza.

Lo que despertó la sospecha de la inteligencia paraguaya fue un viaje que la aeronave hizo el 13 de mayo desde Paraguay hasta Aruba, una pequeña isla del Caribe ubicada frente a las costas de Venezuela.

Cómo fue el caso del avión iraní detenido en Ezeiza

El Boeing 747 pertenece a la aerolínea iraní Mahan Air y está sancionado por los Estados Unidos. Provenía de Caracas y viajaba bajo bandera venezolana. El aparato aterrizó el lunes 6 de junio en Córdoba por la densa niebla que había en Buenos Aires. Luego se dirigió al aeropuerto internacional de Ezeiza.

Según trascendió, servicios de inteligencia locales recibieran una alerta de Uruguay después que el país vecino se negara a aprobar su ingreso para el reabastecimiento de combustible.

Las autoridades locales detuvieron la aeronave y a la tripulación, de 19 personas, entre ellas los iraníes Mohammad Khosraviaragh; Gholamreza Ghasemi; Mahdi Mouseli; Saeid Vali Zadeh y Abdolbaset Mohammadi.

El avión tenía marcas de identificación de Emtrasur, una filial de la aerolínea nacional de Venezuela (Conviasa), también bajo sanciones estadounidenses desde febrero de 2020. Según dijeron, venían al país a traer autopartes.