De hombre de éxito, en el fútbol y en los negocios, en la vida, a que se le acumulen los problemas. Piqué se derrumba. Una imagen impoluta que ahora se viene abajo, la estabilidad familiar se le ha roto, sus actividades ajenas al fútbol empiezan a ser mal vistas, sus compañeros lo señalan y ya su entrenador tampoco le quiere. El imperio se viene abajo. Piqué se encuentra en una encrucijada. El central del Barcelona pasa por uno de sus peores momentos como profesional, las malas noticias se han convertido en rutina. Desde que se destaparan en abril sus conversaciones con el presidente de la Federación, José Luis Rubiales, para llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí, una cascada de golpes se han acumulado en torno a él.
Por abc.es
Las lesiones recurrentes, su activa vida empresarial y social y, la más reciente, su separación con Shakira, un cúmulo que ha hecho que el Barcelona se cuestione qué papel debe ocupar en el conjunto de cara a los próximos años.
Piqué se reunió hace dos semanas con Xavi Hernández para poner sobre la mesa el futuro del central catalán en el Barcelona. Su excompañero y ahora entrenador, así como la cúpula directiva del equipo, están muy preocupados por sus problemas extradeportivos, que han aparecido de forma rutinaria en los últimos meses. Xavi no cuestiona la calidad de Piqué, uno de los mejores defensas del fútbol europeo en la última década, pero el de Tarrasa es ambicioso de cara a la próxima temporada, planea construir un Barça de lo más competitivo y ve que Piqué, lastrado en lo físico y en lo mental, puede ser un ancla en el despegue del equipo, que necesita una buena campaña tras años de decepciones.
El Barcelona forjará un proyecto en torno a sus jóvenes promesas. Pedri, Gavi, Ansu Fati, Ferran Torres y Araujo, entre otros, han demostrado que pese a su edad están listos para competir en el más exigente y hostil de los terrenos de juego, pero necesitan de un entorno estable para poder desarrollar todo su potencial. Por eso, el Barcelona quiere erradicar todo el ambiente tóxico que arrastra la anterior generación, algo desencantada tras ser apeada de manera humillante en la Champions League durante varias temporadas (Juventus, Roma, Liverpool, Bayern de Múnich). Es también en este apartado donde preocupa la presencia de Piqué, que ha aumentado su actividad nocturna y se teme que pueda generar mala influencia como se dio con Ronaldinho, Deco y compañía en 2009, cuando el Barcelona esperaba renacer de la mano de Guardiola y Messi y los más veteranos ejercían de tapón.
En la reunión, bastante tensa (Piqué le rebatió prácticamente todos los puntos a Xavi), se trataron muchos temas, desde las conversaciones filtradas de Piqué con el presidente de la Federación, José Luis Rubiales, a su separación con Shakira. Xavi también le mostró su preocupación por la cantidad de apariciones públicas que tiene el central debido a su agitada vida empresarial y social (Kosmos, el Andorra, Twitch), y le explicó que, ahora mismo, no será titular de cara a la temporada que viene. El entrenador prima la meritocracia para coser sus onces titulares y ante la impresionante irrupción de Araujo y el fichaje de algún refuerzo para la zaga (Christensen), Piqué se queda sin espacio en sus planes. Incluso se le planteó la posibilidad de que se retirase, algo que el defensa central desechó rápidamente, pues considera que aún le queda mucho por dar al Barcelona.
El central también tuvo otra reunión con Joan Laporta. El presidente se preocupó por cómo está llevando su separación con Shakira, pero fue el salario del futbolista, de los más altos de la plantilla, lo que ocupó la mayor parte de la conversación. Se le propuso una nueva rebaja, algo que solventaría en gran medida los problemas económicos del equipo a corto plazo, de cara al verano, para poder confeccionar una plantilla más competitiva.
Solo fue un tanteo, pero Piqué se ha tomado todos estos mensajes de manera muy positiva, quiere superar las dificultades y volver a ser una de las piezas importantes que lleven al Barcelona a estar en la carrera por los grandes títulos. De hecho, incluso le dijo a Laporta que si fichaba al mejor central de Europa, este sería su suplente el año que viene.
Estos últimos días ha acudido a la ciudad deportiva del Barça, sin excepción y a las 9 de la mañana, para recuperarse de la lesión que ha arrastrado en la última etapa de la campaña (tendinopatía). Además acepta que debe rebajar sus apariciones públicas en todo aquello que no tenga que ver con el primer equipo. Sin ir más lejos, ha cancelado su asistencia a un acto publicitario en Valencia para promocionar la Copa Davis, competición que su empresa, Kosmos, gestiona. También reducirá su intensidad en redes sociales, incluido la de su canal de Twitch, donde durante la última temporada aparecía en directo tras los partidos del Barcelona para hablar con sus seguidores. Tras la tormenta de las últimas semanas, Piqué está absolutamente convencido de que puede volver a jugar al máximo nivel en lo futbolístico y en lo mental.
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