Las encuestas, de cara a la segunda vuelta presidencial en Colombia siguen muy ajustadas y el país se enfrenta a unas elecciones diferentes: no hay candidatos representando a los partidos tradicionales y en su lugar, los colombianos deberán escoger al próximo presidente entre dos políticos que afirman representar un cambio del sistema político que ha estado vigente.
Por VOA
Y este giro es con frecuencia el argumento de muchos dentro de Colombia para asegurar que sienten incertidumbre y algo de ansiedad, pero a la vez los alcanza también la alegría y sobre todo algo de esperanza.
Sebastián Gómez, es un ingeniero industrial, de 30 años, estudiante de posgrado de la Universidad de Berkeley en California que desde 2019 es voluntario y gestor territorial de la campaña del candidato del partido La Liga de Gobernantes Anticorrupción “LIGA”, Rodolfo Hernández.
Ese año, Gómez asistió a un evento organizado en la ciudad de Cúcuta, donde escuchó al candidato y quedó impactado: “Esa popularidad y esa conexión con el electorado que ha logrado desde hace mucho tiempo no es nuevo, digamos que se ha ido trabajando y yo he sido testigo de cómo él es un fenómeno en comunicación política”, dijo Gómez a la Voz de América.
Gómez ha recorrido parte de su comunidad para llevar el mensaje del candidato y dice que se siente feliz y emocionado de ver cómo ha llegado tan lejos, pues Hernández ocupaba el tercer lugar de las encuestas y fue la sorpresa de los comicios del pasado 29 de mayo.
“Uno no había visto un candidato que, aún siendo independiente y por fuera de los clanes políticos más poderosos, le hiciera el feo a la política tradicional”. Incluso, dice que ha ganado las apuestas con su familia, en un escenario donde el candidato ha avanzado contra todo pronóstico.
Otros consultados irán a las urnas por el candidato de izquierda que representa al Pacto Histórico, Gustavo Petro. Paola Andrea Benítez está entre ellos y asegura que ha sido una fiel seguidora de su trayectoria política.
Benítez, educadora de profesión, manifiesta que si bien hay mucha ansiedad, también hay esperanza. “Estamos siendo muy positivos de que de pronto tenemos una oportunidad de ganar… Estábamos sí, con una esperanza muy grande de que fuera efectiva la primera vuelta, pero pues ya a la cara de lo que viene ahorita, es más difícil llegar digamos a una victoria de manera contundente. No es que sea imposible porque tenemos la fe puesta en que vamos a llegar”.
Cuenta, incluso, que se ha visto envuelta en varias discusiones con sus vecinos por defender sus posturas, pues ella cree que Petro es una persona que conoce las necesidades de su país.
“Me gustan mucho sus propuestas, su propuesta de trabajar con energías limpias y aparte porque es una persona inteligente”, le dijo la ciudadana a la VOA.
¿Sin representación?
Otros colombianos, como Cristina Lagos, afirman que ninguno de los dos candidatos representan su visión del país ni sus ideales. Así que votará -dice- por el “menos peor”.
“Votar en blanco es botar el voto. Entonces, pues como no hay más opciones, yo voy a votar por Rodolfo, porque yo quiero seguir con mi democracia, con un sistema que siempre lo hemos llevado, donde podemos tener todo, podemos trabajar libremente y nadie nos va a quitar nada”, dice Lagos, al tiempo que confiesa que está viviendo un ambiente con “falta de información y mucha inconciencia”.
“Todo ese sistema político está permeado por la corrupción y por intereses propios”, agrega sin entrar en más detalles.
Para Eliana Villamil, que ejerce como administradora, todo está muy “confuso e inestable” y votará en blanco: “Ambos candidatos tienen muchas falencias”, afirma.
“La idea era que no siguiéramos con un gobierno tradicionalista, pero de una u otra manera Petro acompaña a ese gobierno tradicionalista de izquierda, y pues Rodolfo fue la diferencia, pero no es la mejor elección”, dijo Villamil a la VOA.
Votar en “blanco es realmente sentar un precedente y decir mi protesta, es que sí necesitamos un gobierno nuevo, pero no un gobierno que venga viciado”, agrega.
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