Cómo un mensaje de Facebook desde Caracas hizo nacer la factoría de atletismo de Iván Pedroso

Cómo un mensaje de Facebook desde Caracas hizo nacer la factoría de atletismo de Iván Pedroso

Iván Pedroso, abajo, con Fátima Diame, a su derecha, y Ana Peleteiro, en febrero, en la pista de Guadalajara. Arriba, de izquierda a derecha, Yulimar Rojas, Tessy Ebosele, Aliyah Whisby, Alexis Copello, Huang Changzhou, Héctor Santos, Jordan Díaz, Nubia Soares y Nelson Évora.
INMA FLORES (EL PAIS)

 

La Fuente de la Niña es casi Maranello, una fábrica de campeones desde cuyos muelles de reparto salen exprés valiosos productos a conquistar el mercado y la gloria del atletismo español, y el mundial. Al frente, en su oficina del estadio de atletismo de Guadalajara, esto es, paseando junto a los fosos de arena, por los pasillos de la zona de saltos, su máximo responsable, Iván Pedroso.

Por: El País





Yulimar Rojas, la campeona olímpica y plusmarquista mundial de triple salto, descansa el fin de semana con una pequeña contractura en el psoas, así que Pedroso voló el sábado a París para guiar en el meeting de la Diamond League hacia la victoria a Jordan Díaz, el plusmarquista español (17,76m) y gran futuro del triple salto mundial, quien, con un salto de 17,66m, superó por un centímetro al cubano Andy Díaz y por 17 al campeón olímpico, Pedro Pablo Pichardo (17,49m). Fátima Diame, la mejor saltadora española del momento, y Tessy Ebosele, subcampeona mundial y europea júnior de triple salto, saltaron el jueves en Castellón, y también Héctor Santos, saltador de longitud que le pisa los talones a Eusebio Cáceres, el mejor español, y Huang Changzhou, el mejor saltador chino. Solo la medallista olímpica Ana Peleteiro, embarazada, descansa.

Es la factoría Pedroso, el grupo de entrenamiento del que sale la mejor calidad, los ferraris del salto. “Desde un principio el objetivo era este, llegar a la elite como entrenador”, cuenta Pedroso, cubano de 49 años, quien, como saltador de longitud de 8,71m fue campeón olímpico en Sidney 2000 y nueve veces campeón mundial, y que llevaba años viviendo en Guadalajara. “Empecé en realidad hace 11 años entrenando a Teddy Tamgho [triplista francés, campeón del mundo en 2013, uno de los seis que en la historia han pasado de 18 metros]. Fue él quien me dio toda la fuerza que tengo ahora para ejercer esta profesión, y ahora es mi socio en el grupo. Luego llegó Ruth Ndoumbé [triplista española que se retiró joven tras una grave lesión de rodilla], y luego, por Facebook, cogí a Yulimar Rojas…”

Y, entonces, de repente, como si la zona de saltos de la pista de atletismo, tan pegada a la A2, fuera en realidad un escenario en el que se representa una obra teatral, esplendor de auge de Iván Pedroso, o algo así, la voz del campeón cubano queda enterrada bajo el sonido abrumador del reguetón que brota del gran altavoz que la mismísima Yulimar Rojas, la reina de los parajes, ha plantado en mitad del césped. Y esa es la señal para que ella, la mujer de los 15,74m, que algún día serán 16m, y nadie como ella, entre en escena.

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