La bacteria que causa la fiebre tifoidea se está volviendo cada vez más resistente a algunos de los antibióticos más importantes para la salud humana, según los hallazgos de un estudio difundido este martes por The Lancet.
El análisis más grande del genoma de la Salmonella enterica serovar typhi también revela que las cepas resistentes -casi todas originarias del Sur de Asia- se han propagado a otros países 200 veces más desde 1990.
La fiebre tifoidea supone una preocupación global de salud pública, que ocasiona 11 millones de infecciones y más de 100.000 muertes al año.
Pese a que es más prevalente en el Sur de Asia -donde supone el 70 % de la carga de enfermedades globales- también tiene un significativo impacto en el África subsahariana, el sur de Asia y Oceanía, lo que resalta la necesidad de que haya una respuesta global.
Los antibióticos pueden emplearse para tratar con éxito las infecciones generadas por la fiebre tifoidea si bien su efectividad se ve amenazada por la emergencia de las resistentes cepas S.Typhi, según apunta este estudio liderado por la universidad norteamericana de Standford.
Hasta ahora los análisis de su aumento y propagación han estado limitados.
En el análisis, financiado por la Fundación de Bill y Melinda Gates, los autores secuencian el genoma de 3.489 S.Typhi aisladas obtenidas de muestras sanguíneas de personas de Bangladesh, India, Nepal y Pakistán con casos confirmados de fiebre tifoidea.
El estudio incluye además la recogida de 4.169 muestras de Typhi de más de 70 países entre 1905 y 2018, que también se secuenciaron.
Según los hallazgos, las cepas de S.Typhi se han propagado entre países al menos 197 veces más desde 1990. Aunque estas cepas surgen con mayor frecuencia en el Sur de Asia y desde el Sur de Asia al sureste, en el este y en el sureste de África, también se han detectado en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.
Los expertos vieron que desde el año 2000, S. Typhi ha declinado en Bangladesh e India y continuó baja en Nepal (con menos del 5 % de cepas de tifoidea), aunque incrementó ligeramente en Pakistán.
Los autores detectaron, por ejemplo, mutaciones de genes que confieren resistencia a quinolones que han aumentado y se han propagado al menos 94 veces más desde 1990, con casi todos los casos -el 97 %- originados en el Sur de Asia.
“La rapidez a la que las cepas altamente resistentes de S.Typhi han emergido y se han propagado en los últimos años supone una verdadera causa de preocupación, y pone de manifiesto la necesidad de expandir con urgencia medidas de prevención, en particular en aquellos países que tienen más riesgo”, subrayó el autor del estudio, Jason Andrews, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).
Andrews agregó que “al mismo tiempo, el hecho de que cepas resistentes de S.Typhi se hayan propagado a nivel internacional tantas veces subraya también la necesidad de ver, de manera más general el control de la tifoidea, y la resistencia de los antibióticos, como un problema global en lugar de local”.
EFE