Lionel Messi cumple 35 años. La Pulga suma un nuevo aniversario a una vida plagada de éxitos y alegrías que valen la pena repasar. A continuación, una recorrida por 34 momentos clave de su carrera, desde sus inicios en el Abanderado Grandioli hasta la obtención de la Copa América en el Estadio Maracaná. ¿Y el 35? El sueño latente con la Copa del Mundo en Qatar 2022.
Por TyC
1. Primeros pasos en el Abanderado Grandioli, llegada a Newell’s y héroe de su equipo tras quedarse encerrado en el baño
Si bien muchos vinculan los inicios de Messi en el fútbol a Newell’s Old Boys, la realidad indica que antes de pasar a la Lepra deslumbró en otro club: el Abanderado Grandioli. Leo jugó en este pequeño club de Rosario entre 1992 y 1995. “Era magnífico. Hacía lo mismo que hace ahora, pero siendo una pulguita de cinco años. Venía gente a verlo a él”, declaró en su momento David Treves, presidente del club, para El Confidencial.
Ya en Newell’s, Messi protagonizó un curioso y heroico momento a la edad de seis años. La categoría 1987 jugaba la final infantil, pero su máxima figura no aparecía. ¿El motivo? Una cerradura falló y el pequeño Lionel se había quedado encerrado en el baño de su casa. Tras pedir auxilio en reiteradas ocasiones, terminó rompiendo una de las ventanas y salió disparado a la cancha. Al llegar, su equipo se encontraba en desventaja, pero La Pulga se despachó con un triplete en 20 minutos, dio vuelta el resultado y consiguió una bicicleta (premio que otorgaba ese torneo a los campeones). “Nunca lo había visto tan feliz hasta ese momento”, reveló su madre, Celia Cucittini.
2. Campeón de la Copa Amistad Cantolao con nueve años: hizo 10 goles entre semifinales y final
En 1997, Messi viajó a Perú junto a sus compañeros de Newell’s -los llamaban ‘La Máquina- para participar de la Copa Amistad Cantolao. Disputó el campeonato luego de una intoxicación por comer pollo a las brasas, aunque eso no pareció afectarle: hizo siete goles en la semifinal (7-0 sobre Cantolao Cat. ‘89) y otros tres en la final (7-1 sobre Cantolao Cat. ‘87).
Pero eso no queda ahí. La admiración hacia Leo no fue solamente por lo visto en cancha, sino también por un gran gesto que tuvo. Tras el silbatazo final del último encuentro, el rosarino se tomó un momento para consolar a los rivales antes de ir a festejar con sus compañeros.
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