Algunos de los cientos de migrantes subsaharianos que hoy intentaron acceder desde Marruecos a la ciudad española de Melilla usaron cuchillos de fabricación artesanal, ácido, martillos, piedras y palos contra los agentes marroquíes que les cortaban el paso, en unos enfrentamientos que se saldaron con medio centenar de heridos por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes y otro medio centenar de las personas migrantes.
Según informaron a Efe fuentes de seguridad, los migrantes, que las autoridades españolas cifraron en 2.000, de los que más de 130 consiguieron entrar en España, actuaron con una gran violencia al intentar cruzar a Melilla.
Una violencia que ha denunciado la ONG Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) de la localidad fronteriza de Nador, que publicó en su página web un vídeo de los emigrantes aproximándose a la valla de Melilla armados con “piedras, palos y cuchillos”, indicó a Efe un responsable de esta organización.
“De esta manera violenta los migrantes han atacado esta mañana la barrera, armados de palos y cuchillos, y las autoridades han usado gas lacrimógeno”, afirman para denunciar “la violencia creciente por ambas partes”.
La asociación pide a la comunidad migrante “que se aleje de estas prácticas violencias” y también a las autoridades marroquíes que abran un diálogo “con todas las partes para el retorno a la calma”.
Según las fuentes de seguridad marroquíes, las autoridades del país magrebí detuvieron hoy a unos mil emigrantes durante el operativo para impedir su avance. Muchos de ellos son de nacionalidad sudanesa y provenían de bosques cercanos en los que se estaban congregando en los últimos días para llevar a cabo una entrada masiva a esta ciudad española en el norte de África.
Las fuentes marroquíes, que no han concretado la gravedad de los agentes y subsaharianos heridos, explicaron que “solo una pequeña parte” de migrantes pudieron escapar al dispositivo y esconderse en los bosques marroquíes fronterizos con Melilla.
Las autoridades del país magrebí preveían ese ataque desde hace más de una semana después de que cientos de migrantes subsaharianos se congregaran en montañas difícilmente accesibles situadas en la comarca de Bini Buiafrur, ubicada en la provincia marroquí de Nador y a unos 20 kilómetros al oeste de Melilla.
De hecho, los servicios de seguridad marroquíes realizaron dos intervenciones ayer y el pasado sábado para abortar estos preparativos, en los que estaban implicados cientos de emigrantes subsaharianos que tenían al intención de cruzar a España a partir de Bini Buiafrur.
Durante estos dispositivos, alrededor de 200 agentes marroquíes resultaron heridos (al menos uno de ellos crítico) en los enfrentamientos con estos emigrantes, que por ser de mayoría sudanesa consiguen la colaboración de la población local debido al factor del idioma y de la religión.
Habitualmente, los servicios de seguridad someten a los migrantes interceptados en las fronteras con Ceuta y Melilla y en las costas del país a un interrogatorio rutinario, trámite que suele terminar pasados unos días en su traslado hacia ciudades del centro del país.
EFE.