Desde su ascenso al foco de política internacional hasta ahora, la imagen de Joe Biden se ha ido renovando y cambiando con el paso de los años. A sus 79 años, el actual presidente de Estados Unidos luce muy diferente a como lo hacía cuando se encontraba bajo el mando de Barack Obama en la Casa Blanca, aunque se mantiene casi igual de joven que entonces. ¿El secreto de su renovado físico? Las operaciones y tratamientos estéticos a los que se ha sometido en los últimos años.
Por abc.es
No es un secreto que Joe Biden ha recurrido habitualmente a la cirugía estética para quitarse años de encima. Aunque él nunca ha hablado abiertamente de su estética, lo cierto es que son muchos los que se han fijado en el importante cambio que ha dado el político estadounidense desde la campaña de 2008 hasta ahora.
Pero ¿cuáles son las operaciones estéticas más visibles que se ha realizado Joe Biden en los últimos años?
Joe Biden y el bótox: adiós a las patas de gallo
Si por algo ha destacado físicamente Joe Biden es por lucir un físico envidiable con sus avanzados 79 años. A pesar de las terribles tragedias que ha tenido que sufrir el presidente estadounidense, ha sabido salir adelante muy bien con unos retoques estéticos que no han hecho más que rejuvenecer su imagen.
Es el caso del casi indudable lifting facial que se ha realizado Joe Biden para rejuvenecer su rostro. Así lo demuestran sus cicatrices a lo largo del cartílago de la oreja, que demuestran un claro estiramiento facial.
Además de esto, también podría haberse aplicado un tratamiento de bótox en el tercio superior de su cara. La frente y las patas de gallo del presidente de Estados Unidos no presentan prácticamente ninguna arruga, aunque las líneas de expresión no han desaparecido del todo, consiguiendo una imagen muy acorde a su edad.
Rejuvenecimiento de la mirada
El presidente de Estados Unidos también muestra una mirada mucho más joven que hace 15 años gracias a un tratamiento que le ha permitido deshacerse de las bolsas del párpado inferior, dándole un aspecto mucho menos envejecido y más descansado.
Sin embargo, no queda del todo claro si Biden habría preferido optar por una blefaroplastia para retirar la piel sobrante de su párpado inferior o, por el contrario, lo habría hecho con un tratamiento de plasma fraccionado, donde no es necesario someterse a una operación para acabar con las bolsas de la mirada.
Tratamientos para cuidar su piel
El cambio en la piel de Biden también es evidente, al margen de la toxina botulínica a la que habría recurrido para acabar con sus arrugas. De hecho, es posible que el presidente hubiera optado por un tratamiento láser de CO2 para deshacerse de las manchas en la cara.
Con este proceso, el más efectivo para acabar con estas lesiones cutáneas, el político estadounidense ha dicho adiós a la hiperpigmentación que produce la exposición prolongada a los rayos solares, que suelen manifestarse a partir de los 30 años de edad.
Además, no sería descartable que el líder del Partido Demócrata hubiera recurrido a rellenos de ácido hialurónico para corregir el envejecimiento cutáneo, situados en mejillas y óvalo. La elevación de cejas también podría encontrarse entre los tratamientos realizados.
Una sonrisa mucho más blanca
No es sorpresa tampoco que Joe Biden haya recurrido a tratamientos destinados a mejorar el estado de su boca. La sonrisa de Joe Biden también ha cambiado mucho desde su juventud, luciendo unos dientes mucho más blancos y rectos.
Es por ello que, desde periódicos como The Sun, aseguran el presidente podría haberse sometido a un tratamiento de blanqueamiento de dientes o incluso a la colocación de unas carillas dentales para mejorar su apariencia.
El evidente transplante de pelo de Joe Biden
Uno de los más evidentes tratamientos a los que se ha sometido Joe Biden tiene mucho que ver con su pelo. A sus 79 años, el presidente de los Estados Unidos conserva una generosa melena blanca que muchos envidian. Sin embargo, esto podría ser gracias a un transplante de cabello al que se sometió cuando aún era joven.
Así lo aseguró el cirujano plástico Barry Cohen en una entrevista con el Washington Examiner, en la que aseveró que el político estadounidense había camuflado su calvicie con un transplante de pelo y rellenando la línea de su frente para tapar sus entradas.