Los hermanos italianos Marco y Gabriele Bianchi fueron condenados hoy a cadena perpetua por matar a Willy Monteiro Duarte, joven italiano de orígenes caboverdianos asesinado a golpes en una pelea en 2020, lo que conmocionó al país.
Con información de EFE e Infobae
“Es una sentencia justa”, comentó el padre de la víctima, Armando Monteiro, tras conocer el veredicto en primera instancia del Tribunal Penal de Frosinone (centro), según recogen los medios.
Los hermanos Marco y Gabriele Bianchi, de 26 y 28 años respectivamente, cumplirán la cadena perpetua, mientras que sus amigos, Mario Pincarelli (24) y Francesco Belleggia (25), han sido condenados a 24 años de prisión por haber ayudado en el homicidio.
Los hechos se produjeron en la noche entre el 5 el 6 de septiembre de 2020, cuando los cuatro jóvenes, con antecedentes por violencia e ideas de ultraderecha, propinaron una paliza a Monteiro Duarde, de 21 años, en Colleferro, cerca de Roma, causándole la muerte.
La autopsia reveló que los golpes a Willy, nacido en Roma de padres de Cabo Verde, no fueron al “azar”, sino que además de las numerosas patadas incluso le saltaron encima con la intención de matarle durante una agresión que duró casi 20 minutos.
Los dos hermanos Bianchi procedentes de Artea, una de las localidades cercanas, ya tenían precedentes por violencia y practicaban el MMA, una disciplina que combina diferentes clases de artes marciales.
El asesinato de Willy conmocionó a la sociedad italiana y a su funeral asistieron cientos de personas de la provincia de Frosinone, en la región del Lacio, que se colocaron al borde de la carretera para poder ver pasar el coche fúnebre y despedirlo con aplausos.
– Crimen racial –
Willy Monteiro Duarte, un fan de fútbol y estudiante de hostelería que soñaba con ser cocinero, acudió en ayuda de un antiguo compañero de la escuela, amenazado verbalmente por uno o varios individuos el sábado por la noche, de acuerdo con los primeros elementos de la investigación, citados en la prensa italiana.
Hacia las tres de la madrugada, Willy y unos amigos se dirigían al coche para volver a casa, cuando llegó un auto a toda velocidad con cuatro hombres, bien decididos a aplicar un castigo, según testigos en el lugar.
Los amigos de Willy consiguieron huir, pese a las heridas, pero el joven cayó al suelo donde fue machacado con puñetazos y patadas, también en la cabeza. Cuando los equipos de emergencia llegaron, lo encontraron agonizando en un charco de sangre.
El asesinato tuvo lugar ante numerosos testigos en Colleferro, una comuna de 21.000 habitantes que forma parte de la zona metropolitana de Roma.
Los cuatro agresores fueron detenidos poco después de los hechos, con restos de sangre todavía en las manos, tomando una cerveza en un bar de su comuna, a 8 km, relató el diario Il Messaggero.