El ataque con un misil contra el centro comercial Amstor de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, no ha sido un montaje ucraniano para acusar falsamente a Rusia o un mero incendio en unas instalaciones vacías, como afirman autoridades rusas y medios afines en redes sociales.
Tras el ataque del pasado 27 de junio contra ese centro comercial en Kremenchuk, donde fallecieron al menos 21 personas, numerosos perfiles en redes que compartieron imágenes del edificio en llamas aseguraban que no fue más que un montaje ucraniano con ocasión de las cumbres del G7 y de la OTAN y esgrimían argumentos como que el aparcamiento estaba vacío y solo se veía a hombres armados.
Por su parte, cuentas oficiales de embajadas rusas en diferentes países afirmaban que el centro comercial “no estaba abierto”, que ningún misil había impactado contra el edificio y que simplemente se había producido un incendio por la explosión de “munición almacenada” en una fábrica cercana.
Rusia explicaba que había atacado este “almacén” en “la planta de maquinaria vial de Kremenchug”, donde Ucrania guardaba “armamento y municiones entregados por EE.UU. y países europeos”, y reconocía solo que uno de sus proyectiles había caído en un área de estacionamiento de trenes y otro en la fábrica, de modo que la explosión de las municiones había causado el incendio en el centro comercial.
HECHOS: Lo cierto es que el centro Amstor no estaba cerrado, ya que sus comercios comunicaron que se encontraban operativos en el momento de la explosión, y el edificio sí recibió directamente el impacto de un misil del Ejército ruso, que lanzó uno de sus proyectiles contra ese centro comercial y otro contra una fábrica cercana.
UN ATAQUE LANZADO POR RUSIA
Tanto el Ministerio de Defensa de Rusia, en un comunicado, como otras instituciones oficiales rusas en redes sociales reconocieron que habían lanzado un misil supuestamente en dirección a una planta de maquinaria de carreteras de Kremenchuk y afirmaban que, a causa de ello, acabó ardiendo el centro comercial Amstor.
Asimismo, las cuentas oficiales en Twitter de la misión diplomática de Rusia ante la ONU en Ginebra y de la embajada rusa en España ubicaban en una imagen el objetivo justo detrás del centro comercial e incluían información de su Ministerio de Defensa que comunicaba un ataque “de alta precisión” el 27 de junio para neutralizar un supuesto armamento occidental almacenado en esa zona.
En el centro comercial no se encontró armamento almacenado por Ucrania y la policía ucraniana mostró a los periodistas en el lugar de los hechos los restos de los dos misiles de crucero rusos, identificados como X-22 de la época soviética, que habían impactado contra Amstor y contra la fábrica.
EL CENTRO COMERCIAL RECIBIÓ EL IMPACTO DIRECTO DE UN MISIL
Frente a la afirmación rusa de que Amstor quedó dañado en un incendio tras el ataque con misiles contra la fábrica y el área de estacionamiento de trenes de la estación, tanto la web de verificación Bellingcat como una investigación de Human Rights Watch demuestran que el centro comercial recibió el impacto directo de un proyectil y, en cambio, no hay daños en la estación ferroviaria.
La versión de Rusia, apoyada en el canal prorruso “War on Fakes”, no se corresponde con las imágenes captadas por cámaras de seguridad cercanas al recinto comercial, que grabaron el momento en el que un misil impacta contra el centro Amstor y otro contra la fábrica.
El propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, publicó en su perfil de Instagram el momento en que el centro comercial recibe el impacto del misil.
Al geolocalizar esta cámara de seguridad y comprobar la dirección del proyectil, EFE Verifica ha podido comprobar que sí se dirigía hacia el centro comercial y no hacia la estación de tren.
Del mismo modo, gracias a otra cámara, ubicada en el parque Mis’ky, se puede verificar que el segundo proyectil sí impactó contra la fábrica y que la columna de humo que se observa detrás corresponde a la explosión del centro comercial.
Así lo comprobó Human Rights Watch, mientras que Bellingcat confirmó que no había signos de daños en las inmediaciones del área de estacionamiento de trenes de la estación.
HABÍA TIENDAS ABIERTAS AL PÚBLICO
Por último, tampoco es cierto que el centro comercial estuviera abandonado, como aseguran los internautas que comparten la versión del Ministerio de Defensa ruso.
Al menos dos tiendas han confirmado que se encontraban abiertas al público en el momento de la explosión, mientras que un informe de Human Rights Watch precisa que, si bien algunos comercios cerraron tras la invasión rusa en febrero, otros mantuvieron su actividad con normalidad.
En conclusión, el ataque al centro comercial de Kremenchuk no ha sido un montaje ucraniano, sino un disparo real de un proyectil ruso contra ese recinto, como demuestran las cámaras de seguridad, y había establecimientos abiertos al público en el momento de la explosión.
EFE