Semanas atrás, Jhonnathan Marín, exalcalde chavista del municipio Guanta, ubicado al norte del estado Anzoátegui, se declaró culpable de recibir 3.8 millones de dólares en sobornos por parte de uno de sus socios. El objetivo era que el exfuncionario moviera sus influencias y desviara contratos petroleros a favor de esta persona, hasta el momento no identificada.
Corresponsalía lapatilla.com
Sin embargo, hay quienes afirman que la cantidad admitida por quien estuvo al mando de la ciudad portuaria entre 2008 y 2017, es apenas un mínimo porcentaje de la fortuna que logró amasar, sumando los desfalcos a Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) y obras por las que recibió dinero, pero que no concluyó.
En ese sentido, Omar González, miembro de la dirección nacional del partido Vente Venezuela, aseguró que Marín robó más dinero del que admitió en una corte en Miami, Estados Unidos.
“Esos 3.8 millones de dólares que él reconoce haber recibido como sobornos es un grano de arena en una playa del mar Caribe, comparado con el volumen de corrupción en el que está implicado”, afirmó González mediante nota de prensa.
El diputado a la Asamblea Nacional 2015 señaló que el exalcalde “dejó el pelero” en el año 2017, luego de nueve años en el cargo y tras participar en “contratos gigantescos” con Pdvsa, en tramas con los insumos médicos junto a Carlos Rotondaro, quien era presidente del Instituto Venezolano de Seguro Social (IVSS), y también con consorcios y testaferros.
“Tiene solicitudes y demandas por todos lados, de modo que optó por admitir la culpabilidad por haberse `embolsillado´ casi cuatro millones de dólares, cuando esto es una bagatela para el volumen de todo lo que dicen que se robó”, reiteró.
El dirigente opositor reveló que el exmilitante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), tenía enfrentamientos con Tarek William Saab, actual fiscal general y quien fue gobernador de Anzoátegui entre 2004 y 2012. “Quería ser no solamente alcalde, sino que le quería serruchar el taburete, porque aspiraba a ser gobernador”.
A su parecer, todas esas peleas internas del chavismo también se vieron reflejadas. “Antes se decía que eran parte de las peleas políticas, y ahora se demuestra que la corrupción ha llegado hasta los tuétanos del socialismo y del chavismo en Venezuela”, aseveró.
Cobró completo y dejó a medias
En agosto de 2012, el entonces presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Carlos Rontondaro, junto con el alcalde Jhonnathan Marín, inició la construcción del hospital tipo III del IVSS en la localidad de Guanta.
Era una obra de 29.000 metros cuadrados que según indicaron: “Sustituirá al vetusto Hospital César Rodríguez de Guaraguao y maximizará la eficiencia del Sistema Público de Salud”. Diez años después de aquellas declaraciones, la infraestructura es un esqueleto a medio terminar.
“Guanteños de nacimiento” fue el lema que se usó para sembrar expectativas en la población, que no cuenta con una maternidad formal. Prometieron que tendría en su territorio unidades de caumatología y hemodinamia.
Según la página web del IVSS, este centro se empezó a construir en agosto de 2012. Cuatro años más tarde -aún sin concluir la obra- Marín precisó que hasta esa fecha el gobierno había invertido 2.240 millones de bolívares en los trabajos y aseguró que tenían los materiales necesarios para concluirlos y activar el hospital en 2017.
El dirigente político José Santoyo, recordó que la alcaldía en aquel entonces cedió para la construcción el terreno del parque José Tadeo Arreaza Calatrava, sin el consentimiento de la cámara municipal. “Se violó un decreto que hacía de ese espacio un lugar protegido por haber sido declarado parque municipal y principal pulmón ambiental de Guanta, localidad que recibe una gran contaminación por parte de la empresa Vencemos (Venezolana de Cementos)”, señaló Santoyo.
Y aunque el centro asistencial es la principal referencia de lo que el exfuncionario chavista prometió y no cumplió, existen otros proyectos por los que también recibió cuantiosos recursos, pero que nunca se materializaron.
“Por la remodelación del parque La Sirena, la municipalidad pagó un monto que superaba el millón y medio de bolívares (alrededor de 163 mil dólares), pero esto nunca se ejecutó”, afirmó Santoyo.
El abogado agregó que también se llegó a plantear la construcción de tanques de almacenamiento de agua para beneficio de varias comunidades, con montos que superaban los 870 mil dólares. Sin embargo, el único que fue empezado -y no culminado- fue el del sector Volcadero.
“Este tanque debía conectarse con la planta desalinizadora ubicada en Bahía Costa Mar, que también quedó incompleta como obra, y de ahí se distribuiría el recurso hídrico a las viviendas. De igual manera quedó en solo promesas la reparación del tanque matriz ubicado en El Chaure”.
El dirigente acotó que Marín igualmente cobró el presupuesto para la edificación de una cancha de usos múltiples, que se ubicaría en las adyacencias del gimnasio cubierto Adriana Carmona, pero solo fue hecha la losa y no se llegó a levantar la estructura.
“Lo último de lo que se tiene registro es del acondicionamiento de los espacios de salud primaria en los diferentes sectores, pero esto nunca se concretó. Sumando todos los montos, estamos hablando de varios millones de dólares”.
No obstante, no se puede dejar por fuera la Empresa de Producción Social (EPS) Cacique Toronoima, la cual, según el abogado, fue establecida en los terrenos expropiados a la compañía Emfries, con la excusa de que en ese espacio se construirían apartamentos para la clase media.
“Posteriormente ese mismo espacio fue el centro de operaciones para sus actividades corruptas. Ahí mismo fueron depositados los equipos que serían parte de la ampliación de la Refinería de Puerto La Cruz“.
Perseguido del chavismo
Por la gran red de corrupción que diseñó, Jhonnathan Marín se vio obligado a renunciar a la alcaldía de Guanta en 2017 y huir del país. Posteriormente, en 2020, el contralor de la república, Elvis Amoroso, anunció su inhabilitación política por 15 años.
Al momento de dar la información, el funcionario dijo que se declaró la responsabilidad de Marín por irregularidades administrativas en los períodos fiscales 2013, 2014, el primer semestre de 2015 y 2017.
Precisó además que entre 2013 y 2017 se le aprobó un presupuesto de 388 millones 544 mil 836 bolívares (equivalente a unos 38 millones 854 mil 483 dólares), pero en ese tiempo no presentó la documentación justificativa de las operaciones realizadas.
Amoroso había indicado también que Jhonnathan Marín descontó los montos del seguro social, fondo de jubilaciones y ahorro para vivienda de los trabajadores de la alcaldía durante el primer semestre de 2015 y el 2017, lo que creó una deuda para la institución.
Vale destacar que Marín, quien se inició en la movida política en 2002 y que llegó a trabajar como chofer del actual alcalde del municipio Sotillo, Nelson Moreno, tiene una orden de aprehensión en su contra por peculado doloso impropio y asociación para delinquir.
Entre otras cosas, por eso no ha podido pisar territorio venezolano desde que huyó, y al parecer está tratando de limpiar de a poco su nombre en el extranjero.