Con fachadas deterioradas, puertas dañadas y sin aire acondicionado están algunas instituciones públicas en Lara, a esto se le suma que sus trabajadores deben hacer de tripas corazón para poder laborar haciendo uso de materiales de reciclaje.
Edificios donde funcionan el Ministerio de Vivienda y Hábitat, Prefectura, Zona Educativa y el Instituto Nacional de Tierras (INTI) lucen acabados, sus paredes agrietadas y techos enmohecidos. Desde el Sindicato de Empleados Públicos del Ejecutivo del estado Lara (Sepeel), aseguran que los recursos no son distribuidos en una balanza, puesto que los “cariñitos” que han llegado son muy pocos.
Julio Marín, presidente de Sepeel, aseguró que aunado a la falta de inversión está la falta de voluntad política, lo que a su juicio obliga a los trabajadores a tener que trabajar sin las condiciones mínimas.
“Sin duda, las instituciones del estado que están más afectadas son las educativas y las de la salud, donde el personal no tiene implementos, pero también se ve el abandono a esos organismos que prestan servicios a la colectividad. Creemos que más que falta de presupuesto, porque no hay recursos, se debe a la falta de voluntad política porque vemos cómo la autoridad del estado idea construcciones que terminan siendo elefantes blancos”, denunció Marín.
Para leer la nota completa, aquí