Consumo problemático de alcohol: cuál es la señal que alerta en los adolescentes

Consumo problemático de alcohol: cuál es la señal que alerta en los adolescentes

El consumo de alcohol genera una desinhibición que propicia movimientos corporales que fueron estudiados por expertos de la Universidad de Illinois. Foto vía Clarín

 

Un estudio realizado en EEUU halló que el riesgo de adicción al alcohol es diferente si los adolescentes y jóvenes beben solos o acompañados. El punto de vista de un especialista de México y los alarmantes datos de la región

Un estudio reciente realizado por expertos de la Universidad de Carnagie Mellon (UCM) detectó que los adolescentes y los jóvenes que beben solos corren más riesgo de padecer trastornos por el consumo de alcohol en el futuro. La investigación advirtió también que el las mujeres con esa práctica tienen más altas posibilidades de caer en abusos con el alcohol.





Por Infobae

Kasey Creswell, autora principal del estudio y profesora de psicología de la UCM, recordó que “la mayoría de los jóvenes que beben lo hacen con otros en entornos sociales, pero una minoría sustancial de jóvenes beben solos. Beber en solitario es un factor de riesgo único y sólido para el futuro trastorno por consumo de alcohol“.

“Incluso después de tener en cuenta los factores de riesgo bien conocidos, como el consumo excesivo de alcohol, la frecuencia del consumo de alcohol, el nivel socioeconómico y el género, vemos una fuerte señal de que beber solo en la juventud predice problemas con el alcohol en la edad adulta”, destacó en el estudio, que fue publicado este mes, en las revistas Science y Drug and Alcohol Dependence.

El consumo excesivo de alcohol es un problema global que inciden en 3 millones de muertes en todo el mundo cada año. Los médicos habitualmente evalúan a los jóvenes con problemas en ese sentido, pero sus preguntas se centran especialmente en la frecuencia y la cantidad de alcohol consumido. En cambio, Creswell consideró que el contexto social en el que beben los jóvenes es un indicador crítico, pero a menudo pasado por alto, del uso indebido de alcohol en el futuro.

Foto: Archivo

 

El consumo de alcohol en las Américas es responsable de al menos 379.000 muertes al año, y en 2016 representó el 5,5% de todas las muertes en la región. La mayoría de las muertes se debieron al cáncer (83.351), a los comportamientos de autolesión y la violencia interpersonal (65.880), junto con otras enfermedades, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Creswell se asoció con Yvonne Terry-McElrath y Megan Patrick, de la Universidad de Michigan, para analizar los datos del Monitoring the Future, un estudio epidemiológico en curso sobre el consumo de drogas y alcohol entre los jóvenes estadounidenses seguidos hasta la edad adulta.

Ese trabajo consistió en el seguimiento de aproximadamente 4.500 adolescentes (18 años) que respondieron encuestas sobre sus patrones de consumo de alcohol y si consumían cuando estaban solos. Luego, estos participantes fueron monitoreados durante 17 años, brindando información sobre su consumo de alcohol y si bebían solos en la edad adulta joven, entre 23 y 24 años, e informando síntomas de trastornos por el consumo de alcohol en la edad adulta, cuando tenían unos 35 años de edad.

Los resultados mostraron que los adolescentes y adultos jóvenes que informaron haber bebido solos tenían un mayor riesgo de desarrollar síntomas de trastornos por consumo de alcohol en la edad adulta, en comparación con sus pares que solo bebían en entornos sociales.

 

El equipo controló una serie de factores de riesgo tempranos bien establecidos para los problemas con el alcohol, como el consumo excesivo de alcohol y el consumo frecuente de alcohol. Descubrieron que las probabilidades de tener síntomas de trastornos por ese consumo a los 35 años eran un 35% más altas para los adolescentes que bebían solos y un 60% más altas para los adultos jóvenes que bebían solos, en comparación con los bebedores sociales.

En cuando a las adolescentes que bebían solas los especialistas detectaron que tenían un riesgo particularmente alto de desarrollar futuros problemas con el alcohol en la edad adulta.

Del total, alrededor del 25% de los adolescentes y el 40% de los adultos jóvenes informaron que bebían solos. Estos hallazgos sugieren que las intervenciones dirigidas pueden ser útiles para educar e informar a estos grupos, especialmente a las mujeres jóvenes, sobre los riesgos del consumo de alcohol en solitario para prevenir el desarrollo de trastornos por consumo de bebidas en el futuro.

Además de la investigación que encabezó Creswell otros estudios demostraron que los jóvenes beben solos como una forma de hacer frente a las emociones negativas y es un patrón de conducta que se ha relacionado siempre con el desarrollo de problemas con el alcohol. Creswell consideró que la pandemia ha aumentado el consumo de alcohol en solitario entre los jóvenes.

 

“Con aumentos simultáneos en la depresión y la ansiedad relacionadas con la pandemia, es muy posible que veamos un aumento en los problemas con el alcohol entre los jóvenes del país”, dijo Creswell, en referencia a Estados Unidos.

En ese sentido, el director de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) de México, Gady Zabicky Sirot, explicó que por lo general, “las y los jóvenes comienzan el consumo en casa y esto hace que se normalice dicha conducta”. En la actualidad, 20 millones de personas en ese país enfrentan adicción al alcohol, con frecuencia se trata de quienes comenzaron a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio.

Zabicky Sirot consideró que “la atención del alcoholismo debe darse de manera integral con tratamiento y debe ser dual, ya que las personas con esta enfermedad también enfrentan alguna condición psiquiátrica como ansiedad, depresión, ataque de pánico o cuadros psicóticos”.

El experto de México puso el énfasis en los perjuicios que puede atraer a los adolescentes el consumo de alcohol, en una etapa en que el cerebro “es susceptible” a los efectos perjudiciales por los cambios físicos en este período de la vida. “La evidencia científica muestra que la interacción de diversos factores como familia, escuela, amigos, el espacio físico y el aspecto socioeconómico, aumentan la vulnerabilidad de una persona al consumo de sustancias psicoactivas y a desarrollar trastornos relacionados con el abuso en la ingesta de este producto”, concluyó el especialista en una entrevista difundida por la Secretaría de Salud de México.

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En Colombia también se ha detectado como un problema acuciante el consumo de alcohol entre los adolescentes. En noviembre pasado se conoció un nuevo estudio de la Corporación Nuevos Rumbos, una ong sin fines de lucro dedicada a la prevención de adicciones, que reveló un dato que puso en alerta a las autoridades: en el país los menores de edad empiezan a tomar alcohol desde los 13 años. Además, se encontró que esta población está altamente expuesta a las bebidas, lo que les facilita el acceso.

La investigación dio cuenta de que esa exposición genera curiosidad y a esto se suman aspectos culturales que fomentan la ingesta de alcohol antes de llegar a la edad adulta. En concreto, el 40 % de los menores de edad en Colombia se encuentra expuesto al consumo de alcohol. De los encuestados, el 60 % afirmó que es fácil acceder a estos productos y el 70 % de los jóvenes lo consumen en presencia de sus padres.

Por otra parte, un amplio estudio publicado este mes en la revista The Lancet concluyó que las personas jóvenes, de entre 15 y 39 años, tienen mayores riesgos para su salud si beben alcohol que los mayores de 40 que no presenten condiciones de salud subyacentes, quienes podrían tener algunos beneficios en un consumo moderado.

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El Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington analizó 30 años de datos de personas de 15 a 95 años de edad de 204 países y territorios recopilados por el Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo del Instituto, que rastrea la muerte prematura y la discapacidad de más de 300 enfermedades.

Los científicos sugirieron que las recomendaciones globales de consumo de alcohol deben basarse en la edad y la ubicación, con las pautas más estrictas dirigidas a los hombres de entre 15 y 39 años, que corren el mayor riesgo de consumo nocivo de alcohol en todo el mundo. Para este grupo de edad, beber alcohol no brinda ningún beneficio para la salud y, por el contrario, representa muchos riesgos, ya que el 60% de las lesiones relacionadas con la bebida ocurren entre personas de este grupo de edad, incluidos accidentes automovilísticos, suicidios y homicidios.