Dar la mano es quizás una de las formas más antiguas de comunicación introductoria. Aunque sus orígenes son turbios, una teoría popular es que comenzó como una forma de transmitir intenciones pacíficas: una persona extendería su mano derecha vacía para mostrarle a un extraño que no estaba sosteniendo armas y que no tenía mala voluntad hacia ellos.
Por Crónica
A dos manos
Si la persona hace un apretón doble usando la segunda mano en la parte posterior de la del oponente es una señal de que está aceptando el dominio del otro, pero quiere tener una discusión. Está diciendo “hablemos de eso”, y muestra que el sujeto es honesto y está abierto a la comunicación. Sin embargo, si la segunda mano se coloca por encima de la del oponente, puede indicar falta de confianza, como una forma de defensa propia.
Apretón dominante
Esta persona sacude la mano como un luchador, colocando la suya sobre la tuya. La palma de la mano orientada hacia abajo muestra dominio, y puede incluso considerarse agresiva. Girar la mano ligeramente hacia abajo es una señal agresiva que indica que el otro sujeto quiere tomar el control.
Saludo pasivo
Cuando la palma de la mano mira hacia arriba de la otra, pudiera ser señal de un apretón sumiso. Este tipo proviene de personas tímidas o que se intimidan fácilmente, lo que significa que no son seguras y pueden ser dominadas sin dificultad. Si observas que permites que el pulgar del otro sujeto esté en la parte superior, podría ser buena idea trabajar en ese punto, porque parece ser que estás permitiendo que el otro tome el control.
El pez muerto
Si el apretón de manos es flojo y flexible como un pez muerto, esto revela una falta de compromiso, indiferencia e incluso hasta debilidad. Da la idea de que la persona pudiera someterse fácilmente. Sin embargo, tené en cuenta que, en algunos países (como los de África, por ejemplo), un suave apretón de manos es una forma educada de saludar a alguien, mientras que uno firme puede resultar ofensivo.
Un puñado de zanahorias
Cuando la persona aprieta tu mano pellizcándola entre sus dedos, el gesto indica pasividad. El sujeto prácticamente está diciendo ‘no me importaría menos’, y ni siquiera se molestará en mostrar sus intenciones y su carácter. Revela que la persona puede ser fácilmente manipulada. Sin embargo, también pudiera indicar que al oponente simplemente no le gusta el contacto físico.