Los incendios forestales en California y Montana aumentaron en tamaño en medio de condiciones ventosas y calurosas, lo que obligó a ordenar la evacuación a medida que invadían rápidamente los vecindarios.
Por The Guardian
En el bosque nacional Klamath de California, el rápido incendio McKinney, que comenzó el viernes, pasó de carbonizar poco más de 1 milla cuadrada (1 kilómetro cuadrado) a abrasar hasta 62 millas cuadradas (160 kilómetros cuadrados) el sábado en un área mayoritariamente rural cerca de la frontera del estado de Oregón, según los bomberos.
El fuego quemó al menos una docena de residencias y se vio a la vida silvestre huyendo del área para evitar las llamas. Se ordenó la evacuación de al menos 2.000 personas.
Mientras tanto, en Montana, el incendio forestal de Elmo casi triplicó su tamaño a más de 11 millas cuadradas a unas pocas millas de la ciudad de Elmo. Y aproximadamente 200 millas al sur, los residentes de Idaho permanecieron bajo órdenes de evacuación cuando el incendio Moose en el bosque nacional Salmon-Challis calcinó más de 67.5 millas cuadradas en un terreno boscoso cerca de la ciudad de Salmon. Estaba contenido en un 17%.
Una acumulación significativa de vegetación estaba alimentando el incendio de McKinney, dijo Tom Stokesberry, portavoz del Servicio Forestal de EE. UU. para la región.
“Es un incendio muy peligroso, la geografía allí es empinada y escarpada, y esta área en particular no se ha quemado en mucho tiempo”, dijo.
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