Jeff Henigson tenía 15 años cuando la vida pareció tirarle encima una montaña. Tras haber sufrido un accidente cuando iba en bicicleta y fue atropellado por una camioneta, terminó siendo intervenido quirúrgicamente en un hospital de California, Estados Unidos, y con un diagnóstico sombrío y abrumador: un agresivo cáncer de cerebro denominado “astrocitoma anaplásico”, cuya expectativa de vida no era mayor a tres años.
Por Clarín
Pero hoy Jeff ya no es aquel adolescente que tuvo que luchar y sufrir frente a tres diagnósticos: es que tras aquella cirugía fueron examinados los tejidos tumorales: dos patólogos le habían certificado que se trataba de “astrocitoma pilocítico (espongioblastoma)”, un tumor benigno.Pero un tercero arrojaba un panorama totalmente diferente que prácticamente lo condenaba a muerte. Treinta y cinco años después, Jeff Henigson vive para contarlo.
Alguien se había equivocado. Y un mail y una charla telefónica con un neuropatólogo lo confirmaron. Así lo contó Jeff en una nota con The Washington Post.
Jeff recuerda que el año pasado la BBC News publicó su historia de lucha cuando era adolescente, y en aquel momento su correo electrónico se llenó de mensajes de felicitaciones y admiración por todo lo que superó. Pero había un mail que no transmitía el optimismo de los demás.
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