Efectivos del cuerpo de bomberos de Berlín tratan de controlar el incendio desatado en el bosque de Grunewald, el mayor de la capital alemana, que se originó por la detonación en un depósito de explosivos emplazado en un recinto de esa zona forestal.
Hasta ahora, los bomberos no han podido acceder al depósito, sino que trabajan en un radio alrededor de éste de un kilómetro de distancia para evitar su extensión, según información de la televisión pública regional Rbb.
Hasta ahora no han podido acceder al recinto donde está el depósito, por temor a que se produzcan nuevas detonaciones.
El fuego se originó la madrugada pasada y afecta 1,5 hectáreas del bosque, cuya superficie total es de 4,5 hectáreas y que se encuentra entre dos distritos del oeste de la capital alemana.
La autopista que atraviesa el bosque ha quedado totalmente cortada al tráfico, lo mismo que varias carreteras y calles vecinales.
La situación es de extrema complejidad, debido al citado depósito, un lugar donde regularmente los equipos de artificieros detonan de forma controlada explosivos y munición.
En verano no se realizan estas operaciones controladas, pero los explosivos se mantienen ahí almacenados hasta que se reanudan, ya en otoño.
El incendio se ha producido, además, en una jornada donde se esperan máximas de hasta 37 grados en Berlín.
El bosque de Grunewald, como otros de Berlín y del vecino “Land” de Brandeburgo, sufren los efectos de la sequía, tras varios años con menos lluvias de lo habitual y bajo sucesivas olas de calor.
Al bosque de Grunewald se han desplazado 150 bomberos, así como efectivos de la policía y equipos de rescate, reforzados por el aire desde helicópteros y drones de vigilancia.
EFE