La espada de Bolívar, el arma con la que se forjó la independencia de España, es delgada, fina y su empuñadura estrecha. Según el nuevo gobierno, el de Gustavo Petro, es un símbolo de libertad, paz y de reconciliación.
Por Noticias Caracol
“Yo metí la mano en la empuñadura y me apretó, esta es la misma”, cuenta Antonio Navarro Wolff, exintegrante del M-19, y agrega que “no es pesada, no es una espada, es un sable”.
La historia de la espada de Bolívar
Sin embargo, sí tiene un peso muy simbólico en la historia de Colombia. “¡Bolívar, su espada en pie de lucha, ayer, hoy y siempre!, recuerda Navarro.
A mediados de los años 70 en los principales diarios del país empezó a circular una campaña de expectativa que decía: “Parásitos…gusanos? Ya viene el M-19”.
No se trataba de un insecticida, era la antesala de un golpe mediático sin precedentes. El 17 de enero de 1974, un grupo de hombres comandados por Álvaro Fayad irrumpió en la Quinta de Bolívar a las cinco de la tarde, rompió la urna donde reposaba la espada y se la llevó. Desde ese día los diarios documentaron las operaciones del M-19, la guerrilla a la que perteneció el nuevo presidente, Gustavo Petro.
“Cuando se produjo el acto del robo de la espada de Bolívar, los miembros del M-19 dejaron un comunicado en el cual se leen cosas como: su espada rompe la telaraña del museo y se lanza a los combates del presente, pasa a nuestras manos, a las manos del pueblo en armas”, recuerda el historiador Arnovy Fajardo.
De la espada solo se supo un mes después, cuando la Revista Alternativa publicó una fotografía en su primera edición donde destacaba en el pie de foto: “Apareció la espada de Bolívar. Está en Latinoamérica”.
Desde entonces su paradero fue incierto, lleno de mitos y leyendas.
“Luego la ocultaron en la casa del poeta León de Greiff, de ahí también pasó al hogar del poeta Luis Vidales, incluso el Ejército allanó la casa intentando encontrar la espada de Bolívar, pero no tuvieron éxito”, cuenta el experto.
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