El músico, compositor e investigador Ernesto Cavour, considerado en Bolivia como el “maestro del charango”, falleció a los 82 años, informó este domingo la Sociedad Boliviana del Charango (SBC), organización que él fundó en 1973.
“Un icono del folclore Boliviano, fundador de la S.B.C., gran referente de la música que ha dejado plasmada su esencia en todos nosotros ha partido dejando un vacío en nuestros corazones. Vuela alto Maestro Cavour”, señala el memorial de la entidad musical.
Cavour fue uno de los especialistas en la interpretación del charango, un instrumento típico de la región andina similar a una guitarrilla, cuya estructura básica posee cinco pares de cuerdas, con melodías que dependen de la rapidez de los rasgueos, la agilidad en el cambio de acordes y el carisma del músico.
La carrera musical de Cavour comenzó a mediados del siglo pasado y se caracterizó por ir más allá de la interpretación musical, carrera con la que a través de los años acumuló más de una treintena de discos como solista y otros tantos en las agrupaciones como Los Jairas y el Trío Dominguez-Favre-Cavour.
En algunos de sus recitales, Cavour improvisaba historias y relatos que acompañaba con inusuales sonidos de su charango al mismo tiempo que hacía malabares con el instrumento o alteraba la tensión de las cuerdas para aún así dar con la nota exacta.
En 1962 creó en La Paz el Museo del Charango, que con el paso de los años, en 1984, se transformó en el Museo de Instrumentos Musicales, que reúne cientos de muestras, en su mayoría bolivianas pero también de otras partes del mundo.
En esa residencia de la calle Jaen en La Paz, Cavour impartió innumerables sesiones musicales que derivaban también en presentaciones, como la que año tras año realizaba en la época navideña para interpretar villancicos junto a jóvenes y niños músicos.
La faceta intelectual de Cavour no fue menos prolija, ya que se le atribuye un intenso trabajo en la elaboración de distintos métodos para el aprendizaje de instrumentos nativos como el charango, la quena y la zampoña, además de la guitarra.
En 2010 publicó un libro sobre los instrumentos musicales en Bolivia y un años después elaboró un diccionario enciclopédico sobre la misma temática.
El Estado boliviano le otorgó en 2013 el Cóndor de los Andes, la máxima condecoración que el país ofrece a las personalidades destacadas. EFE