El juicio de Vanessa Bryant contra el condado de Los Ángeles por la divulgación y difusión de las fotos de los cadáveres de su marido Kobe y su hija Gianna ha comenzado con el alegato de la acusación, donde se han desvelado algunos detalles de las citadas instantáneas.
Por 20minutos.es
Bryant, representada por su abogado Luis Li, argumenta que se invadió la privacidad de su familia y se actuó contra el justo derecho a la intimidad y el honor con una enorme insensibilidad, cuando al menos ocho agentes de policía hicieron fotos del accidente y las compartieron.
“Las imágenes fueron compartidas repetidamente con personas que no tenían absolutamente ninguna razón para recibirlas. Sacaron las fotos para reírse como si fuesen recuerdos”, comenzó en su alocución Li, antes de dar detalles de cómo eran esas imágenes. “Se veían cuerpos destrozados, primeros planos de extremidades y carne quemada“, acusó.
El abogado apoyó estas afirmaciones en la declaración de la esposa de uno de los detectives acusados, que describió las fotos en el móvil de su marido como “montones de carne”. Además, mostró fotos de algunos de los agentes enseñando dichas fotos en un restaurante a otras personas, lo que contradice la defensa del condado de Los Ángeles, que asegura que esas fotografías se hicieron en el marco de la investigación del accidente del helicóptero.
Miedo a que aparezcan en las redes
Los Bryant piden la localización y eliminación de todas las fotos de los cadáveres que se hicieron esos días, además de una compensación por daños y perjuicios.
Según el sheriff Alex Villanueva, responsable principal del condado de Los Ángeles, las imágenes sacadas por los agentes no se han hecho públicas ni en los medios de comunicación ni en internet, por lo que considera que es una demanda basada en puras especulaciones. Sin embargo, la acusación asegura que Vanessa Bryant y sus hijas viven “con el temor de que algún día se enfrenten a imágenes horribles de sus seres queridos online”.
En cuanto a la compensación, el condado de Los Ángeles ya fue condenado en 2020, cuando las familias de Christine Mauser y Keri, John y Alyssa Altobelli (otras cuatro víctimas del accidente de helicóptero donde murieron Kobe y Gianna Bryant) recibieron 2,5 millones por intercambio no autorizado de las fotos del accidente. En este caso no se llegó a juicio, sino que fue un acuerdo entre las partes.