Una explosión atribuida al crimen organizado en Ecuador dejó este domingo cinco muertos y obligó al presidente, Guillermo Lasso, a declarar un estado de excepción en la costera ciudad de Guayaquil, una de las más afectadas por la criminalidad vinculada al narcotráfico.
“He declarado en Estado de Excepción a la ciudad de Guayaquil debido a los sucesos delictivos dados en las últimas horas. Se dispondrá de toda la fuerza pública para restablecer el control de la ciudad”, señaló el mandatario en Twitter.
Lasso, quien asumió el cargo hace un año, advirtió: “no permitiremos que el crimen organizado pretenda manejar al país”, donde el narco deja escenas de terror en las calles con cuerpos decapitados y colgados de puentes al estilo de los carteles de México.
El estado de excepción regirá desde este domingo en este puerto de 2,8 millones de habitantes del suroeste del país y se extenderá por 30 días, precisó en rueda de prensa el secretario Nacional de Seguridad Pública y del Estado, Diego Ordóñez.
En abril, Lasso declaró por 60 días un estado de excepción en las provincias de Esmeraldas, Manabí y Guayas, cuya capital es Guayaquil, a causa de la violencia ligada al narcotráfico.
La explosión ocurrida la madrugada de este domingo en el popular barrio Cristo del Consuelo dejó 5 muertos que han sido identificados y no tienen antecedentes penales, expresó también en conferencia de prensa el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
El funcionario precisó que a causa de la detonación hay 17 heridos, algunos con antecedentes. “Muchos de ellos, por no decir la mayoría, se están acogiendo al silencio y no quieren aportar con la investigación”, indicó.
Más temprano, las autoridades habían reportado 20 personas con lesiones.
Declaración de guerra
Cuando se conoció el incidente, Carrillo expresó en Twitter que la explosión era “una declaración de guerra al Estado” y la atribuyó a “mercenarios del crimen organizado”.
“O nos unimos para enfrentarlo (al crimen organizado) o el precio será aún más alto para la sociedad”, tuiteó el ministro.
Las investigaciones señalan que dos personas a bordo de una moto llegaron al barrio y cerca de un restaurante “colocaron un saco” en cuyo interior se presume que “estaba un explosivo de alto poder”, declaró a la prensa el general Víctor Zárate, comandante de la zona 8, a la que pertenece Guayaquil.
La explosión afectó a ocho viviendas, cuatro vehículos y una motocicleta. Las casas perdieron sus paredes y era posible ver hacia su interior.
Sobre la calles y los autos había cables de luz caídos, y en la puerta del maletero de un vehículo se observaba un rastro de sangre.
El gobierno ofreció una recompensa de 10.000 dólares a quienes entreguen información sobre el caso.
El otrora pacífico Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo, encara el aumento de la violencia ligada al narcotráfico. El año pasado la nación, con 18 millones de habitantes, cerró con una tasa de 14 asesinatos por cada 100.000 personas, casi el doble que en 2020.
Los enfrentamientos se extienden hasta las cárceles, donde desde febrero de 2021 se han producido siete matanzas con cerca de 400 reos muertos. Las autoridades consideran que se trata de enfrentamientos entre bandas ligadas al tráfico de droga que se disputan territorios para la venta.
El más reciente reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), publicado en junio, indica que Ecuador en 2020 decomisó 6,5% del total de la cocaína incautada en el mundo.
En 2021, Ecuador incautó el récord de 210 toneladas de droga, la mayoría cocaína. En el primer semestre de este año, los decomisos superan las 100 toneladas. /AFP