El expresidente y senador paraguayo Fernando Lugo, internado a causa de un accidente cerebrovascular, permanece “bastante estable”, informó este martes su médico de cabecera y legislador, Jorge Querey, que confirmó han empezado a reducir las dosis de medicamentos y la asistencia respiratoria al líder político.
“Lo que hoy comenzamos es un proceso de descomplejización”, declaró Querey a periodistas, al dar cuenta de la evolución de la salud del dirigente de izquierda, de 71 años.
Querey detalló que comenzaron a bajar gradualmente las dosis de los medicamentos, especialmente de sedantes, y a disminuir el soporte, con el objetivo de que vaya “asumiendo la respiración”.
“Estamos tratando de que él esté reactivo y que vaya asumiendo sus funciones orgánicas generales”, complementó el especialista, aunque admitió han enfrentado algunas “dificultades propias” de un paciente internado en cuidados intensivos.
No obstante, se abstuvo de adelantar un pronóstico neurológico, al indicar que podrán opinar al respecto “en los próximos días, incluso semanas”.
Lugo fue internado de emergencia el pasado miércoles después de que se descompensara mientras se encontraba en la sede del Congreso de Paraguay. Según el informe médico, sufrió un accidente cerebrovascular hemorrágico.
Posteriormente, fue sometido a una neurocirugía de urgencia debido a un sangrado.
Lugo, un exobispo católico, se convirtió en presidente en 2008, lo que puso fin a 61 años de hegemonía del Partido Colorado. Sin embargo, salió del poder el 22 de junio de 2012 tras afrontar un “juicio exprés” en el Congreso por la muerte de seis policías y once campesinos en un operativo de desalojo de tierras en la población de Curuguaty (sureste).
EFE