El mundo está siendo golpeado por la crisis de desabastecimiento causada, principalmente, por la pandemia de coronavirus y guerra de Ucrania. Algunas de las consecuencias se refieren a la escasez de suministros o la inflación y subida de precios. A ello, se debe añadir el cambio climático con sus respectivas sequías causadas por las altas temperaturas, con ríos y embalses secos y subidas del nivel del mar que alertan a la población. Pero más allá de eso, las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia podrían generar el peor de los escenarios: una guerra nuclear.
Por La Razón
Con miles de ojivas nucleares, tanto Washington como Moscú han hablado recientemente de la alta posibilidad, alertando que su rival sería capaz de apretar el botón que generaría unas consecuencias devastadoras que no solo se producirían al instante, sino que sus efectos se notarían muchos años después.
Por ejemplo, un reciente estudio elaborado por la revista Nature Food explicó que el lanzamiento de cien bombas atómicas entre ambos países dejaría una hambruna nunca antes vista por interrupciones “catastróficas” en el suministro de alimentos, lo que provocaría que unos dos tercios de la humanidad podrían morir de hambre. “Los datos nos dicen una cosa: debemos evitar que se produzca una guerra nuclear”, dijo en un comunicado el científico del clima Alan Robock, coautor del estudio.
Por otro lado, en 2019, el programa de Ciencia y Seguridad Global (SGS) de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, realizó un simulacro de un conflicto nuclear entre Rusia y Estados Unidos (junto con otros países de la OTAN). La simulación fue llevada a cabo por un equipo encabezado por Alex Wellerstein, historiador de ciencia especializado en la historia de las armas nucleares.
34,1 millones de personas morirían, aproximadamente, en las próximas tres horas después de un hipotético lanzamiento de 300 ojivas nucleares rusas hacia los países de la Alianza, que respondería con otras 180 hacia Moscú. Así, 85 millones de víctimas se producirían en los primeros 45 minutos, un número que aumentaría exponencialmente con el paso de los días.
Estos serían los territorios con mayor posibilidad de sobrevivir a una guerra nuclear
Parece imposible escapar de un conflicto de este calibre si se diera el caso de que tuviera lugar. “Si existen armas nucleares, pueden usarse, y el mundo ha estado cerca de la guerra nuclear varias veces”, dijo Alan Robock, profesor de Ciencias Ambientales en la Universidad de Rutgers, en el estudio. “Prohibir las armas nucleares es la única solución a largo plazo.
Por otro lado, William Chen, profesor de ciencias de la alimentación en la Universidad Tecnológica de Nanyang de Singapur y director de un programa de seguridad alimentaria afiliado al gobierno, dijo que “el impacto psicológico puede ser mayor que el daño real”.
Así, para prepararse para una mayor inestabilidad mundial, añadió, los países deben alejarse de la agricultura tradicional y diversificar sus fuentes de alimentos. El cultivo de setas, la agricultura de interior y la producción de proteínas de insectos o de alimentos a base de microalgas podrían ser alternativas.
Según los estudios, Argentina y Australia tienen la mayor esperanza de que su sociedad sobreviva durante una década si estallara una guerra nuclear entre Estados Unidos. El profesor Alan Robock, de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, explicó a The Times que la razón por la que tiene una ventaja es porque ya cultivan en grandes cantidades productos más resistentes, como el trigo.