Me queda escribir, hacer documentales, películas que narren el horror que hemos vivido y que seguiremos viviendo mientras el poder siga usurpado por Maduro, Flores, Cabello, Rodríguez, que no son simplemente unos dictadores, sino unos criminales que instauraron la peor tiranía que hayamos conocido en la historia desde la Independencia de las Américas. Si no fuese así, ¿por qué habrían huído seis millones de venezolanos de la tierra de gracia llamada Venezuela?
Pero escribo porque soy un activista de la libertad y sobre todo de la conciencia. No escribo para mí ni para ti, escribo para el futuro. Mi activismo es futurista.
Tú y yo -los de hoy- no existiremos para entonces.
No has nacido
Lo primero que debo advertirle al futuro, es decir a ti que para el momento de haber sido escrita esta reflexión (agosto de 2022) no has nacido, es que a una tiranía guiada a oscuras por un psiquiatra (o varios) como fue la Alemania de Hitler, la Rusia de Stalin, la Yugoslavia de Milosevic o la Venezuela de Chávez-Maduro, se les debe combatir temprano de manera total, con mucha estrategia y astucia, pero de manera total. Sí, nada de remilgos, politiquerías o mariqueras, de lo contrario fracasarás.
A un tiranía criminal como la chavista sólo se le erradica con estrategia, mucha astucia y organización, a través de una rebelión popular y nacional total. Lo demás es pendejada.
Todo el país, cada ciudad, en rebelión.
Los jodidos
En los tres mil quinientos años de historia de la civilización, el hombre sólo ha experimentado “democracias” (todas imperfectas, la menos mala ha sido la estadounidense) en los últimos doscientos cincuenta años. Por lo tanto, antropológica, psicológica y culturalmente, el hombre está acostumbrado a que lo sometan (en términos más claros: a que lo jodan) y puede vivir “jodido” mientras en su casa haya pan y vino, y en el agora (en la plaza pública y en el estadio, en el lugar de reunión) haya circo, mucho circo.
El que el chavismo haya decidido convertirse al neoliberalismo más salvaje posible tiene una explicación: sobrevivencia, pan y vino en cada casa por trabajo.
El circo son ellos y su mejor payaso, Maduro, rige.
Dominación total
Una treta desarrollada por el communismo terrorista soviético (la edad más oscura de Rusia), por Lenin y Stalin, fue “el diálogo” con Occidente. Siempre dialogaban con Estados Unidos y Europa para ganar tiempo y control sobre su gente. También era un tema de supervivencia. Mientras “dialogaban” dominaban más severamente a sus pueblos y amenazaban al mundo con armas nucleares. En Venezuela, el diálogo tiene el mismo fin: supervivencia, dominación total sobre los “jodidos” y amenaza sobre la región.
El diálogo en Noruega, el peor error cometido jamás, fue y será eso: supervivencia de la tiranía, sometimiento de los “jodidos” y control regional. Lo lograron.
El diálogo es parte del circo.
La predicción del horror
Las nefastas consecuencias del “diálogo” de Noruega las vi y advertí en su momento, era obvio. La precisión con que lo observé y predije (la distopía chavista) aún me sorprende, por eso escribo al futuro, para que jamás cometan el error que el liderazgo opositor cometió en este dramático y funesto tiempo histórico: dialogar, negociar, cohabitar con criminales. A las tiranías criminales se les combate de manera integral, no a medias. Duda siempre de quién intente “combatir” a una tiranía a medias, aprende bien: el diálogo jamás funciona, sólo estira la supervivencia de los tiranos y mantendrá al pueblo jodido.
Si quieres cambiar la realidad antropológica, psicológica y cultural de los tres mil quinientos años de civilización, tienes que luchar como lo hizo Washington, Bolívar o Churchill.
Y luchar significa: rebelión popular total.
Postdata conclusiva
No sigas el ejemplo de la oposición venezolana, por favor. Organiza una rebelión popular total y vencerás. Sí es posible hacerlo, en Venezuela lo hicimos en dos ocasiones (abril 2002 y diciembre 2007) y derrotamos a Chávez. Sólo faltó el remate y no se hizo por polítiquería y “diálogo”. Aprende de nuestra historia, que es tú historia. Yo la viví, por eso te la cuento. Espero que nazcas pronto…