Treinta y tres personas del núcleo Sur del Lago de la Orquesta Sinfónica del Zulia fueron a la premiación de los récords Guinness tan publicitada por el régimen chavista, pero nadie imagina las condiciones tan deplorables en que estos jóvenes reciben sus clases de música.
Corresponsalía lapatilla.com
Las aulas no tienen ventanas, el alumbrado es pésimo y los instrumentos son guardados en un baño. Desde hace doce años, la sede de este núcleo funciona en Caja Seca en el municipio Sucre del estado Zulia, en la sede de “Barrio Adentro Deportivo”, un espacio que está en penumbras, con paredes y techos agrietados. Ese es el día a día de los niños, jóvenes y adultos que allí reciben formación musical.
El director de la orquesta, Darwin Aguirre, pide en nombre de casi 100 alumnos, que les asignen una sede digna para formar a estos niños y que sigan dejando el nombre de Venezuela en alto.
Aguirre dijo que cuando suenan los violines y el ritmo armonioso de la orquesta, los paisanos se alegran, aplauden y se sientan a ver los ensayos de manera respetuosa. Es un momento de fe, alegría y entusiasmo para la directiva, los músicos y los vecinos de la zona.
Cuando llueve, contó que todos colaboran sacando el agua de la cancha y así los niños puedan ensayar y cuidar los instrumentos.
“Cuando tenemos ensayos grandes, debemos ir a ensayar a la cancha. Escampa primero afuera que dentro. En el espacio asignado funcionan diversas misiones sociales, y por eso necesitamos un espacio para nosotros solos para funcionar con libertad y normalidad”, acotó.
María Gabriela Hernández es directora musical y relató a La Patilla que su trabajo lo hacen con gran amor, poniendo la música por encima de las necesidades y fallas que tienen en el lugar donde practican los niños y jóvenes. Para ella la prioridad es la excelencia musical.
Hernández reconoció que es imprescindible tener un espacio de calidad, con las normas mínimas para los ensayos. “En este núcleo tenemos grandes logros”.
“Ver a un pequeño de tres años tocar un instrumento es una tremenda satisfacción. Mi llamado es a las autoridades nacionales para que vengan y conozcan lo que acá hacemos. Estoy segura de que eso despertara el interés nacional por levantar y que nos sea otorgada una sede digna”, dijo.
Por las condiciones climáticas de este municipio, las lluvias son constantes y persistentes. Es por ello que claman por un espacio que pueda albergar de manera ordenada a los alumnos. “Que no estén apretados en un pequeño salón. Aun con las carencias, los niños no pierden el entusiasmo y ganas de aprender. Esto es muy valioso y es nuestro motor para seguir adelante y luchar contra la adversidad y el desinterés del gobierno”.
Califican de injusto que las autoridades no den prioridad a la educación y formación. La representante Ana Solarte comentó que no abandonará la lucha por brindar un mejor espacio. “Si dejamos de formar, perdemos la batalla. Nuestro país y nuestros hijos caerán, porque no tiene espacios donde recrearse, crecer y salir adelante. Esta escuela aleja a nuestros pequeños de los vicios y tentaciones de la calle”, acotó.
El aprendizaje de vida que dan los miembros del núcleo Sur del Lago es que pese a las adversidades y las carencias, cuando se quiere, se puede.