La falta de agua potable en el Centro Penitenciario de Occidente en Santa Ana, municipio Córdoba, tiene en zozobra a los reos quienes reclaman a las autoridades ponerle fin a esta problemática que data desde hace meses.
De acuerdo a la coordinadora del Observatorio Venezolano de Prisiones en el estado Táchira, Raiza Ramírez Pino, el agua potable se hace inaccesible para la población carcelaria, quien clama a gritos el servicio público.
“Son numerosas las deficiencias que tiene esta cárcel y que no son atendidas por parte de los encargados de este lugar”, dijo.
Comentó que la falta de alimentación es otro problema que afecta a 1.500 personas que se encuentran en este lugar, quienes están cumpliendo su condena o están a la espera de ser condenados por los jueces de los Tribunales de la región.
De esta cifra, 800 se encuentran en el CPO I, 500 en el CPO II, y 200 mujeres del anexo femenino.
“La obligación del Estado venezolano fue sustituida por los familiares, quienes son los encargados de llevar de forma semanal los alimentos a los privados de libertad”, apuntó.
Arepa con caraotas y arroz con lentejas son las únicas comidas que reciben los reos en dichas instalaciones, lo cual ha ocasionado severos cuadros de desnutrición en estas personas.
Sin traslados
La falta de una unidad vehicular para lograr traslados a las audiencias en San Cristóbal es una limitación que vienen registrando desde hace un mes en dicho lugar.
Esto afecta a más de 500 hombres que se hallan en el Centro Penitenciario de Occidente II, quienes exigen sea solventada la falla a la unidad de transporte.
A Ramírez le parece injusto que, si bien los vehículos del CPO I y anexo femenino se encuentran activos, no se presten para que puedan ser trasladados los del CPO II.
“Si ellos tienen el transporte en buen estado deberían llevar a los otros reclusos, quienes tienen iguales derechos que los otros”, expresó.
Familiares de los reos dieron colaboraciones de hasta 300 mil pesos para poder pagar las ligas de frenos, cambio de aceite, cauchos, entre otros; sin embargo, el transporte sigue inoperativo.
El hecho que el transporte no funcione limita la movilización de los reos enfermos hacia diversos centros de salud del estado Táchira, para que reciban atención médica.