Michael Jackson y su chimpancé Bubbles eran inseparables y llevaban una vida de lujo mucho más allá de lo que la mayoría de los humanos podrían esperar.
Por Daily Star
Traducción libre realizada por La Patilla
Jackson compró a Bubbles en un centro de investigación de Texas en la década de 1980 y el chimpancé se convirtió rápidamente en parte de la familia, viajando y haciendo apariciones públicas con él.
El chimpancé dormía en una cuna en el dormitorio de Jackson, a menudo salían juntos de excursión y, durante la gira Bad World Tour en Osaka (Japón), Bubbles llegó a beber té verde japonés sentado tranquilamente junto a Jackson.
Tenía un agente, al parecer contaba con su propio guardaespaldas e incluso utilizaba el propio baño de Jackson para hacer sus necesidades.
Pero detrás de la fachada, la realidad de la vida de Bubbles no siempre fue tan sencilla. Se ha afirmado que Bubbles fue golpeado cuando vivía con Jackson.
Jane Goodall, la mejor primatóloga del mundo, afirma que el chimpancé recibió patadas y puñetazos en la cara.
Cuando trató de hablar con la estrella del pop sobre el tema, Goodall dijo que él se desbordó. La primatóloga no nombró al agresor de Bubbles.
Dijo a TMZ: “Los chimpancés pertenecen a la selva y los chimpancés como mascotas son una de las peores cosas que se pueden hacer. Cuando llegan a los siete u ocho años, son peligrosos y más fuertes que tú”.
“Lo hice enojar [a Jackson]. Fui a verle y hablamos de Bubbles. Cuando estaba con Michael Jackson, le pegaban”.
Jack Gordon, el ex marido de La Toya, hermana de Jackson, acusó al cantante de abusar él mismo de Bubbles, algo que la familia de Jackson ha negado.
Dijo: “Vi a Michael golpear a Bubbles en la cara, patearle el estómago. Michael solía decir: ‘No lo siente. Es un chimpancé. Tengo que disciplinarle'”.
Bubbles se vio finalmente obligado a abandonar el hogar en 2003 al crecer. Lo trasladaron a un santuario de animales por temor a que atacara al hijo recién nacido de Jackson, ya que había crecido demasiado y era agresivo.
Fue reubicado en el rancho de Bob Dunn y, según la CNN, Dunn dijo: “Bubbles es un chimpancé adulto y un animal salvaje.
“No le dejamos salir a jugar”.
Este traslado no fue especialmente fácil para la pareja. Bubbles incluso intentó suicidarse tras abandonar la casa en diciembre de 2003.
Jackson había sido detenido el mes anterior por abuso de menores, cargo del que fue absuelto posteriormente.
Bubbles fue salvado por los médicos, pero nunca se han revelado más detalles del supuesto incidente.
Tras el cierre del rancho de Dunn, Bubbles fue trasladado al Centro de Grandes Simios de Wauchula (Florida).
Ahora tiene una rutina diaria mucho más relajada, que incluye pintar y escuchar música de flauta.
Se dice que los rasgos de este animal de 39 años han cambiado drásticamente: su cara se ha vuelto más plana y su tamaño ha aumentado considerablemente.
Bubbles ha sido descrito como un bruto “enorme y feo” de 160 libras y tiene un “carácter muy dulce”.