Mirar fijamente tu teléfono te está causando más que fatiga visual, te está produciendo arrugas.
Por New York Post
Los dermatólogos saben desde hace tiempo que los rayos ultravioletas (UV) del sol dañan la apariencia y la salud general de la piel, pero los efectos nocivos de la luz azul emitida por las pantallas LED, como las de los teléfonos inteligentes, televisores, computadoras y otros dispositivos, todavía se están revelando.
Pero un nuevo estudio encontró que ya sea afuera en un día soleado o adentro frente a una pantalla, la luz nos está envejeciendo, y el daño es mucho peor de lo que se pensaba anteriormente.
Los últimos hallazgos publicados el miércoles han indicado que “la exposición excesiva a la luz azul… puede tener efectos perjudiciales en una amplia gama de células de nuestro cuerpo, desde la piel y las células grasas hasta las neuronas sensoriales”, dijo sobre el estudio la científica de la Universidad Estatal de Oregón, Jadwiga Giebultowicz.
“Nuestro estudio sugiere que evitar la exposición excesiva a la luz azul puede ser una buena estrategia antienvejecimiento”, agregó Giebultowicz.
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