El Ministerio de Defensa de Rusia acusó este miércoles a las autoridades ucranianas de intentar frustrar la misión de los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a la central nuclear de Zaporiyia con nuevos ataques contra la instalación.
“El régimen de Kiev continuó sus provocaciones el 30 de agosto para hacer fracasar la misión del OIEA y crear una amenaza de desastre tecnológico en la central nuclear de Zaporiyia”, dijo el portavoz castrense, Ígor Konashénkov.
Según Konashénkov, durante un bombardeo contra la central fue alcanzado el edificio de reciclaje de residuos radiactivos sólidos.
“La unidad de artillería del enemigo fue aplastada con el fuego de respuesta”, dijo y agregó que los niveles de radiación en la planta atómica están dentro de la norma.
La misión del OIEA se dirige este miércoles a la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa y bajo control ruso desde comienzos de marzo, para inspeccionar la situación sobre el terreno.
Según informan las agencias ucranianas, la misión tratará de establecer una representación permanente en la instalación.
El viceministro de Exteriores ruso Andréi Rudenko aseguró este miércoles que la intención del OIEA de dejar una misión permanente en la planta “se está discutiendo”.
“Eso no se descarta”, dijo el diplomático a la prensa en Moscú al tiempo que pidió esperar, porque los inspectores “aún no han llegado” a la planta.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó anoche a Rusia de no detener las “provocaciones” en los lugares por donde los inspectores deben pasar para llegar a la central de Zaporiyia.
“La situación en la ZNPP (central nuclear de Zaporiyia) y en Energodar, en los alrededores, sigue siendo extremadamente amenazante. Los ocupantes no abandonan la planta, continúan bombardeando y no retiran sus armas y municiones del territorio de la central nuclear. Intimidan al personal de nuestra planta. El riesgo de un desastre de radiación debido a las acciones rusas no disminuye ni una sola hora”, dijo Zelenski en su habitual discurso nocturno.
EFE