El que desconozca que es un centro de salud, pensará que se trata de una casa embrujada o la locación para una película de terror, pero en realidad se trata del Hospital Luis González Espinoza de Punta de Mata, municipio Ezequiel Zamora al oeste de Monagas.
Por: Corresponsalía
Techos desprendiéndose, paredes con más filtraciones que en una cueva, puertas deterioradas y áreas descuidadas es lo que se observa en las instalaciones de este nosocomio. Aunado a ello se le suma la falta de todo tipo de insumos para atender a los pacientes que allí acuden.
De acuerdo a información suministrada por trabajadores, que por temor a represalias prefirieron no identificarse, las filtraciones en los techos tienen más de cuatro años. Mientras tanto ni las anteriores autoridades chavistas como la actual gestión, se han abocado en atender la situación.
Añadieron que de noche el recinto hospitalario se convierte en un lugar tenebroso debido a que los pasillos están casi en su totalidad a oscuras, pues la mayoría de las lámparas están quemadas, a causa del mismo problema de las filtraciones.
Quienes acuden por atención médica deben llevar todos los insumos que sean necesarios, y cuando se trata de una emergencia como un accidente, heridas de bala, entre otros, muchas veces son referidos al Hospital Central de Maturín, ubicado a 40 minutos.
Se pudo conocer el caso de un ciudadano de la tercera edad que acudió al centro asistencial luego de sufrir una caída de altura y presentar fractura en el brazo, y sus familiares debieron comprar desde el yeso hasta los guantes. Más de 45 dólares gastaron en 20 centímetros de yeso, guata, antiinflamatorios y guantes quirúrgicos.
