Este jueves se realizó la bajada de la venerada imagen de Virgen del Valle desde su camarín hasta la nave central, de su Basílica Menor.
Por Dexcy Guédez
La Iglesia Católica de Nueva Esparta junto con la feligresía rindieron tributo a la patrona de los pescadores como es tradicional el día de su descenso.
El obispo de la Diócesis de Margarita, monseñor Fernando Castro Aguayo, ofició la misa durante la ceremonia religiosa que marca el inicio de las festividades por los 111 años de coronación canónica y el primer centenario de su proclamación como patrona del oriente venezolano.
Devotos tanto de Nueva Esparta como de otras latitudes concurren a hacer sus peticiones a la Virgen Bonita, pero en esta ocasión no se limitaron a la salud ni al cese de la pandemia.
Las súplicas por el retorno de los migrantes y el freno de la diáspora dominaron en esta oportunidad. María Elena Molina, visitante del centro del país, clamó por el retorno de los familiares que han dejado el país en busca de mejores oportunidades.
“Tengo dos hijos y están fuera de Venezuela. Es difícil que después que se instalan y se adaptan a otro país, quieran regresar, pero yo tengo esperanzas que la Virgen del Valle interceda por las mejoras del país y todos quieran retornar”, remarcó.
Emirse Díaz coincidió en pedir a la Virgen Bonita por el retorno de los que se han ido, pero está convencida de que todo eso pasa por el regreso de la democracia y los cambios económicos en el país. “Vengo a pedir por la tranquilidad y la recuperación del país para que nuestras familias no sigan desintegrándose”, subrayó.
Alrededor de 4.000 feligreses se reencontraron con la fe y la devoción para rendir tributo de manera presencial a la patrona de los pescadores y de la Armada venezolana, luego de dos años alejados por efectos de la pandemia.