Creo que la dirigencia política está equivocada una vez más. A la gente le interesa solucionar los problemas cotidianos como los pésimos y elementales servicios públicos: agua, electricidad, transporte público y por supuesto la recolección de basura que ha mejorado un poquito en Maracaibo y el alcalde Rafael Ramírez Colina tiene que ponerle más el pecho.
Otro asunto el deterioro de las calles, avenidas y grandes autopistas. Maracaibo, por ejemplo, parece un cráter, un gran cráter donde no se puede transitar con un vehículo ni a pie porque se corre el riesgo de caerse por esos miles de huecos que parecen un gran queso palmita.
El alza del costo de la vida es la gran preocupación, el desempleo arropa todo ese sentimiento de ansiedad, y más allá la actitud psicológica de la gente que se traduce en el desespero, el desinterés y la apatía.
Mientras la dirigencia política se entretiene en destacar temas banales, los venezolanos siguen a granel yéndose del país.
Según las Naciones Unidas, mas de 6 millones de compatriotas han huido de la nación de Bolívar en medio del deterioro sistemático de las condiciones de vida, igualando a Ucrania en el número de personas desplazadas superando a Siria.
Suman 6,8 millones de refugiados y migrantes venezolanos repartidos por todo el mundo, según la agencia de refugiados de las Naciones Unidas, cifra similar a los 6,8 millones de refugiados de Ucrania . Hay unos 6,6 millones de refugiados de Siria.
Y lo más sorprendente es que Venezuela no vive la gran tragedia de la guerra al estilo de Ucrania, pero si una extrema situación de empobrecimiento ascendente. Y eso no lo paran discursitos, ni peleas por nombres, acusaciones, o primarias. O quienes hoy están al frente del liderazgo no lo quieren parar con políticas dirigidas a resolver la grave situación social.
El dato de la ONU no resulta nada agradable en medio de anuncios del régimen del cuestionado presidente Nicolás Maduro de que “Venezuela esta cambiando”, triste mentira porque lo que está cambiando es la ruta que ahora siguen por la peligrosa selva de Darién y la frontera de Méjico para intentar entrar a los Estados Unidos, el país más atractivo para quienes huyen porque la migración venezolana en la frontera sur de los Estados Unidos aumentó cerca de 12.00 por ciento.
Mientras tanto, sigue la diatriba por las primarias, sigue la diatriba por el nombre una calle, sigue la diatriba por cuestiones que son verdaderamente sorprendentes cuando la gran discusión debe ser la atención del ciudadano de a pie que ya ni a pie puede andar por las calles.
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@angelmontielp