El equipo de la misión lunar Artemis I de la NASA actuó para detener una nueva fuga en el sistema de suministro de hidrógeno líquido a la parte central del cohete SLS, horas antes del lanzamiento previsto para este sábado desde Cabo Cañaveral, en la costa atlántica de Florida, informó la agencia espacial de EE.UU.
Tras aplicar presión con helio sobre la zona de la fuga se procedió a reanudar el flujo de hidrógeno líquido pero de manera muy lenta para poder ver si efectivamente la fuga se ha detenido, según un mensaje colocado en la página web de la misión Artemis I.
La NASA no mencionó por ahora la posibilidad de tener que atrasar de nuevo esta misión histórica que va a allanar el camino para el regreso de los astronautas estadounidenses a la Luna con vistas a una futura colonización del satélite terrestre.
La ventana de lanzamiento de dos horas se abre a las 14:17 horas locales (18:17 GMT) del sábado 3 y si por causas técnicas, meteorológicas u otras hay que volver a atrasar el despegue, el siguiente intento se hará el lunes 5 de septiembre.
Como ocurrió el pasado 29 de agosto, cuando hubo que cancelar un primer intento debido a un fallo en uno de los cuatro motores RS-25 del poderoso cohete SLS, la llamada “costa del Espacio”, la comarca donde están enclavado el centro espacial, está llena de visitantes deseosos de contemplar el lanzamiento.
El objetivo de esta misión considerada histórica es poner a prueba las capacidades del poderoso cohete SLS (Space Launch System), de 98 metros de altura (322 pies), y la nave Orión, con capacidad para cuatro astronautas.
El cohete SLS, con un costo de 4.100 millones de dólares, llevará en su cono superior la nave Orion, que realizará una misión de seis semanas de duración durante la cual orbitará la luna.
Orion habrá recorrido 1,3 millones de millas (más de dos millones de kilómetros) cuando regrese a la Tierra.
Si el lanzamiento se efectúa este sábado y no hay imprevistos en la misión, Orion amerizará en el Océano Pacífico al oeste de San Diego (California) el próximo 11 de octubre.
Desde el fallido intento del 29 de agosto, los equipos de la misión han actualizaron los procedimientos, practicado operaciones y refinado los plazos, según señaló la NASA este viernes.
Entre otras cosas repararon una fuga en una de las tuberías, denominadas por la NASA umbilicales, que van de la torre móvil de lanzamiento hasta el cohete y la nave para suministrar energía, combustibles, refrigerante y comunicaciones.
Los equipos también reajustaron o apretaron los pernos para asegurar un sellado hermético al introducir los propulsores superenfriados a través de esas líneas.
La NASA tiene previstas otras dos misiones Artemis. La segunda será un viaje tripulado hasta la Luna y la tercera pondrá en la superficie del satélite terrestre la primera tripulación en más de 50 años.
En la tercera irán la primera mujer y la primera persona de color que viajen a la Luna.
La misión Apolo 17 de la NASA, iniciada en diciembre de 1972, fue la última en la que astronautas estadounidenses viajaron a la Luna y caminaron sobre su superficie.
El hombre pisó la Luna por primera vez el 20 de julio de 1969 durante la histórica misión de la NASA Apolo XI. El cohete Saturno V, con la nave Eagle en su punta, despegó de Cabo Cañaveral cuatro días antes con Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin como tripulantes.
EFE