A punto de escribir esta crónica semanal me entero que en Chile gana más o menos 60 a 40 el rechazo a cambiar la Constitución de Pinochet.
Bien, comento a la carrera porque mi tema era otro y con eso también digo que a un venezolano realmente poco le importa el resultado de esa extraña consulta de un texto que no se conoce y que se supone fue redactado por los representantes “del pueblo soberano”.
A ver: el presidente Boric nuevamente ha dado muestras de su poca o nula capacidad política. Caracterización que comparte, sin que esto sea excusa, con otros políticos de su generación… a lo ancho y largo del mundo.
Si ese resultado que de mantenerse –aún no termina el reconteo- evidentemente se llevará al tacho la presidencia de Boric, era de esperar que antes de esta elección el Presidente en vez de estar viajando por el mundo… dando muestras de su condición de homosexual… como si eso fuese parte de sus políticas… y en vez de buscar adeptos donde no los puede tener… se dedicara a gobernar… quizás el resultado a pesar de la guerra mediática que en su contra han desatado desde la derecha de “momios”… hubiese sido otro.
Ahora Chile está en un callejón estrecho, en cuyas aceras se avistan delincuentes violentos… y la salida se ve lejana.
La Constitución de Pinochet que permitió el crecimiento económico que ya no se seguirá dando… porque las condiciones del mundo cambiaron y mucho… requiere modificaciones como el de un sistema de enseñanza que mantiene en la esclavitud de la ignorancia… a quien no puede sufragar los gastos de la educación universitaria que en Chile es carísima. Pero eso no es realmente asunto nuestro.
Será materia de la generación joven que de chilenos que debe buscar un liderato verdadero… que obviamente no es Boric.
En cambio y aligerando los temas comento que Juanes ya no vendrá a Venezuela… a cantar… como si nada hubiese sucedido.
Y conocida la noticia en seguida como si se tratara de personajes con los cerebros lavados… abundan desde las redes quienes rezongan contra “la dictadura que impide a Juanes ejercer su derecho humano del canto”.
Bien de nuevo: eliminemos la manía de los faltos de programa o mejores visiones del país… que siempre apelan… para decirle desde la soledad de sus computadoras a quienes les leen esas boberías… auto exiliados al exterior muchas veces o tras un alias… que ellos son mejoras porque se atreven a escribir la palabra “dictadura”.
De ilusiones también se vive… pero apartando que desconozco y no le hago reverencias a quien pretenda erigirse en inquisidor y validador del calificativo de “opositor”… tampoco faltarán en el mundo quienes se ríen de esa dictadura que permite tanta falta de respeto a su presunta majestad de mala… la que ni siquiera se atreve a abrir juicio a quien desde las redes así los llamen.
Pero en el caso de Juanes a mi me parece de idiotas que para ser opositor hay que acusar al gobierno de dictadura porque los promotores del cantante colombiano en Venezuela decidieron abortar el espectáculo… supuestamente porque Diosdado Cabello amenazó con sabotear el evento.
Pues no: al gobierno más bien cabe acusarlo de blandengue y hablador de pistoladas… si dejaba ingresar a Venezuela a un extranjero que hace unos años incitó a los militares nuestros a desertar… dejar pasar por el puente internacional una ristra de malvivientes que fue lo que el fulano interinato logró congregar a pesar de tener en ese momento todos los apoyos de otros gobiernos entre ellos el de Donald Trump.
A Juanes no le suspenden el espectáculo por ser familia del ex presidente Uribe Vélez sino que alguien le advirtió que al llegar a la aduana “le pondrían los ganchos”.
Como ocurriría con cualquier ciudadano que hubiese incurrido en los delitos cometidos por Juanes… en cualquier país serio.
Insisto: para ser opositor no hay que ser enemigo de los intereses patrios.