Partió de Jerez de la Frontera, en Cádiz, sobre las tres de la tarde rumbo a Colonia, en Alemania, y terminó estrellándose en el mar Báltico a 15 kilómetros de las costas de Letonia poco antes de las ocho. Es el recorrido del avión privado que ha sembrado el desconcierto en todo el continente después de que varios cazas de la OTAN no pudieran observar a nadie en la cabina cuando este ‘vuelo fantasma’ todavía estaba en el aire. Las investigaciones han arrojado algo de luz sobre lo sucedido y han facilitado la identidad de los cuatro pasajeros fallecidos: Karl Peter Griesemann -propietario de la empresa Quick Air-, su esposa, su hija y el novio de esta.
Por: 20minutos.es
Poco a poco, el avance de las pesquisas han permitido aclarar algunas de las incógnitas que han rodeado desde el inicio el vuelo, en el que han muerto este empresario alemán -residente en Colonia y uno de los organizadores destacados del carnaval de la ciudad- y su familia. Los investigadores creen que la aeronave se estrelló tras quedarse sin combustible, según informó el responsable de las labores de búsqueda y rescate suecas, Lars Antonsson, a la agencia de noticias AFP.
El avión -un Cessna 551 con número de vuelo OE-FGR, capacidad para 10 personas y 40 años de antigüedad- despegó de Jerez de la Frontera a las 14.56 horas del domingo, según la página web de seguimiento de vuelo Flight Radar 24, y perdió el contacto con tierra sobre las cinco de la tarde. Lo hizo cuando volaba sobre Toledo, según indicaron fuentes de Enaire -la entidad gestora de la navegación aérea- al diario El Mundo. El último mensaje enviado, cuando se encontraban a una altura de 2.100 pies (640 metros), hablaba de una despresurización de la cabina.
El avión cambió de rumbo en dos ocasiones, la primera vez sobre París y la segunda sobre Colonia, en Alemania, según Flight Radar 24. Después se dirigió en línea recta con el piloto automático activado hacia el mar Báltico. En torno a las 19.37 el avión comenzó a perder velocidad y altitud y terminó estrellándose en un accidente que terminó con la vida de Griesemann, su esposa, su hija y una cuarta persona que los medios alemanes han identificado como el novio de esta última.
El empresario y su familia tenían desde los años 80 un chalé en Atlanterra, una zona de la costa de Cádiz colindante con Zahara de los Atunes y perteneciente al término municipal de Tarifa, salpicada de viviendas de lujo y llena de vecinos alemanes. Solían disfrutar de esta residencia “al menos tres o cuatro veces al año”, según fuentes del municipio.
Sobre las causas del siniestro, Antonsson ha afirmado que “carecen por completo de explicación” y solo pueden “especular”. “No obstante, las personas a bordo estaban claramente incapacitadas”, ha explicado. Por su parte, un experto en seguridad aérea sueco citado por la agencia austríaca APA considera que los tripulantes del avión pudieron haber quedado inconscientes por falta de oxígeno en la cabina a causa de una fuga. Hasta el momento, se han encontrado posibles partes del avión, pero los cuerpos siguen sin aparecer.
Escoltado por varios países
Desde el momento en que el aparato perdió el contacto con tierra, se activó el protocolo de la OTAN, es decir, se enviaron aviones militares a escoltar la aeronave. En concreto, se mandaron dos españoles desde el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la base de Torrejón de Ardoz, donde tiene su sede este organismo de la OTAN, que intentaron ponerse en contacto con el jet sin conseguirlo. El avión mantenía su vuelo en línea recta con el piloto automático activado a la velocidad adecuada, según indicó Enaire a El Mundo.
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