La Nasa resolvió el misterioso fallo de la Voyager 1

La Nasa resolvió el misterioso fallo de la Voyager 1

Ilustración de la nave Voyager 1 NASA

 

 

 

El pasado mes de mayo, la NASA comunicó el extraño comportamiento de una de sus naves más veteranas, la sonda Voyager 1, que lleva 45 años viajando a través del Sistema Solar y que ha sido el primer ingenio humano en abandonar los dominios del Sol para adentrarse en el desconocido espacio interestelar. La nave, de hecho, empezó a enviar a la Tierra ‘datos imposibles’ que sugerían que podría haber alterado su rumbo. Algo que en realidad no era así, ya que todos sus componentes parecían funcionar correctamente y sus antenas seguían alineadas con nuestro planeta.

Por ABC

Ya en mayo, los técnicos se dieron cuenta de que el problema venía de las lecturas del Sistema de Control y Articulación de Actitud (AACS), que no reflejaban «lo que realmente está sucediendo a bordo».

El sistema AACS es el que se encarga de que la sonda esté siempre bien orientada con respecto a la Tierra. Entre otras tareas, mantiene la antena de alta ganancia de la Voyager 1 apuntando con precisión hacia nosotros, lo que permite el intercambio de datos. Y el hecho mismo de que se siguieran recibiendo datos con normalidad fue la mejor prueba de que la antena estaba correctamente alineada. Pero el AACS no comunicaba eso, y en su lugar enviaba «mensajes imposibles» y datos de telemetría que parecían generados aleatoriamente o que no reflejaban «ningún estado posible en el que podría estar la sonda». Sencillamente, la nave estaba diciendo que había alterado su rumbo.

Ahora, los ingenieros de la misión han dado con el fallo, aunque todavía no pueden explicar por qué se produjo. Al parecer, según explica la propia NASA, el AACS había comenzado a enviar los datos de telemetría a través de una computadora a bordo que se sabe que dejó de funcionar hace años, y esa computadora corrompió la información.

Según explica Suzanne Dodd, gerente de proyectos de Voyager, cuando los ingenieros empezaron a sospechar cuál era el problema, optaron por probar una solución de bajo riesgo: ordenar al AACS que reanudara el envío de datos a través de la computadora correcta.

Los ingenieros aún no saben por qué el AACS decidió enrutar sus datos a través del ordenador equivocado, pero probablemente recibió un comando defectuoso generado por esa otra computadora. Si ese fuera el caso, significaría que existe un problema en algún otro lugar de la nave. Por eso, el equipo continuará buscando ese problema subyacente, aunque no creen que sea una amenaza para la salud a largo plazo de la Voyager 1.

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